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El arzobispo de Bolonia pide que sólo haya inmigrantes católicos para preservar "la identidad del país"

Giacomo Biffi, cardenal arzobispo de Bolonia, ha desatado una áspera polémica al reclamar al Gobierno italiano una política que favorezca la entrada de inmigrantes católicos, para preservar la "identidad del país". Fuera de las fronteras italianas deberían quedarse, a juicio del purpurado, los inmigrantes musulmanes, que en estos momentos representan un tercio del total de 1,25 millones de inmigrantes que viven legalmente en Italia.No es la primera vez que el cardenal de Bolonia -un bastión histórico de la izquierda, pero gobernada hoy por un alcalde del Polo de Silvio Berlusconi- se lanza a la defensa de posiciones poco políticamente correctas en el capítulo de la inmigración. Sin embargo, nunca antes había sido tan rotundo como en su nota pastoral número 12, leída el miércoles al clero de la diócesis boloñesa.

"Los criterios para la admisión de inmigrantes no pueden ser sólo económicos o de carácter fiscal", explica Biffi en el documento. "Es necesario que exista una preocupación seria por salvar la identidad de la nación. Italia no es un territorio deshabitado, sin historia y sin tradiciones, que se pueda poblar indiscriminadamente".

Biffi, milanés de 72 años, considera que "no todas las culturas favorecen la convivencia", y apunta el dedo acusador contra el islam. "O Europa regresa al cristianismo o se volverá musulmana", puntualiza. "No sé qué harán con la fiesta del viernes, la poligamia, la discriminación de la mujer, el integrismo de los musulmanes para los cuales política y religión son una misma cosa", afirmó el cardenal, suscitando una amplia polémica.

Las principales críticas proceden de sectores católicos, concretamente los políticos ex democristianos del Olivo atacaron con severidad afirmaciones que, en opinión de la ministra Patricia Toia, del Partido Popular Italiano, "lejos de contribuir a la unidad, parecen estimular la división, lo que es difícil de entender viniendo de un religioso".

Para Buriki Buchta, imam de Turín, una de las ciudades con mayor porcentaje de inmigrantes musulmanes, el del cardenal Biffi "es un discurso digno de las Cruzadas".

Un aplauso al cardenal boloñés ha llegado, en cambio, de la Liga Norte. "Son palabras serias que rompen un tabú", dijo el diputado Mario Borghezio, "pero a partir de ahora nadie podrá definir la inmigración como un hecho positivo".

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En nombre del Vaticano, el arzobispo Francesco Goia, secretario del Consejo Pontificio para los inmigrantes, precisó que para la Iglesia "todos los hombres son hermanos".

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