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TENIS - OPEN DE ESTADOS UNIDOS

Galo Blanco rompe los pronósticos y elimina al australiano Patrick Rafter

Las cosas nunca ocurren por azar. Para el asturiano Galo Blanco, de 24 años, el primer Open de Estados Unidos del nuevo milenio marcará un punto de inflexión. Durante todo el año había estado deambulando por las pistas, sin encontrar realmente su sitio. Había perdido 12 veces en la primera ronda en los 17 torneos que había jugado. Y lo más notable de su año habían sido las semifinales que disputó en Mallorca. Sin embargo, en el último partido de la jornada del martes, su signo cambió. Blanco, 116º mundial, dio el golpe y eliminó al australiano Patrick Rafter, 21º, doble campeón del abierto americano (1997 y 1998). Albert Portas no tuvo tanta suerte y perdió con el australiano Mark Philipusis (6-3, 6-2 y 6-3). Magui Serna pasó a tercera ronda tras ganar a la italiana Rita Grande en dos sets por 7-6 (7/4) y 6-3.Blanco precisó de 3 horas y 2 minutos para imponerse en cinco disputadas mangas por 7-6 (7-3), 2-6, 6-3, 1-6, 7-6 (7-5). En segunda ronda se enfrentará al sueco Thomas Johansson (85º mundial). La suya fue la mayor sorpresa de la jornada, incluso superior a la eliminación del brasileño Gustavo Kuerten, segundo cabeza de serie, que nunca había superado los cuartos de final en este torneo. "Rafter me ganó en mi terreno en cuartos de final de Roland Garros (1997), y yo le he superado en el torneo en que él se siente más a gusto", señaló Blanco. "Ha sido mi mejor partido en superficies rápidas, sin ninguna duda. Pero no creo que sea el mejor de mi vida. En tierra suelo jugar mejor".

Sin embargo, fue uno de los partidos más intensos de su aún corta carrera profesional. Y Galo Blanco no lo hubiera ganado sólo unos meses antes, cuando se sentía incapaz de mantenerse centrado y no bajar el nivel de sus golpes todo un partido. "He trabajado muy bien durante el último mes, y parece que al fin he conseguido quitarme las tonterías de la cabeza cuando salgo a la pista. Parecía imposible que yo pudiera jugar un partido completo callado y centrado. Me he demostrado muchas cosas a mí mismo: una de ellas, que puedo lograr buenos resultados en todas las superficies".

La victoria sobre Rafter es una consecuencia de todo ello. Del excelente trabajo realizado por su entrenador Àlex Mas, que le dirige desde mayo de 1999, y de un psicólogo, Joan, que le ayuda desde hace algunos meses. Sólo esta nueva mentalización le permitió soportar la dura presión psicológica que supuso ver escapar la ventaja de ir dominando por un set a cero, y luego por dos mangas a una. Y, fundamentalmente, le mantuvo entero y limpio de cabeza para mantener su saque y forzar el desempate en la quinta y decisiva manga, a pesar de comprobar que Rafter no perdía puntos con su servicio.

"Aquello fue duro", reconoció Blanco. "No creo que sacara muy bien. En el desempate final no metí ni un primero. Y, en general, cuando necesité mi saque nunca lo tuve. Pero, en cambio, estuve sólido con los golpes de fondo, pasé a Rafter en sus subidas, resté muy bien, he corrido con ganas y he sido agresivo". A Rafter, campeón este año en Hertogenbosch (hierba) y finalista en Wimbledon, le sorprendió que Blanco fuera capaz de soportar la presión que siempre ejerce sobre sus rivales. El australiano no estuvo en su mejor nivel y mantuvo la línea de irregularidad mostrada en la temporada, a causa de la operación en su hombro derecho que sufrió el pasado mes de octubre y de las molestias que esta lesión le sigue causando. Pero sacó bien (68% de primeros saques), conectó 24 aces (17 Blanco), colocó 68 golpes ganadores (por 57 de Galo), y ganó 92 puntos en la red (11 el español).

La segunda noticia positiva de la noche la dio Albert Costa. El leridano logró, por fin, su primera victoria en el Open. Había perdido en primera ronda las cinco veces en que había participado. El martes lo logró frente al número uno mundial junior Andy Roddick (EEUU) por 6-3, 6-7 (5-7), 6-1, 6-4.

De 19 españoles, quedan cinco hombres y cinco mujeres. Ya están en tercera ronda Arantxa Sánchez y Magüi Serna y hoy juegan para ello Conchita Martínez y María Antonia Sánchez, entre ellas, y Virginia Ruano. En hombres pasaron a la segunda ronda Juan Carlos Ferrero, Àlex Corretja y Carlos Moyà. Cayeron Pato Clavet, Albert Portas, Gala León, Àngels Montolio, Cristina Torrens y Marta Marrero.

Al margen de las pistas, Damir Dokic, padre de la australiana de origen yugoslavo Jelena Dokic, volvió a ser lamentable protagonista. Como en Wimbledon, fue expulsado por mal comportamiento, tras ingerir alcohol en forma excesiva y protestar en un restaurante por el precio del salmón.

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