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Reportaje:ANDALUCES OLÍMPICOSGuillermo Mediano corona en Sidney una carrera casi en solitario

Un autodidacto tenaz

Guillermo Mediano Sebrechts, Jimmy para los amigos, no encajaría en el perfil antiguo de deportista con poca cabeza y mucho pundonor. Todo lo contrario. Con 24 años, este espaldista malagueño es uno de los competidores más inteligentes y con más calidad de la natación española. Aficionado a viajar y enganchado a la vez al calor de su entrenador y sus compañeros de toda la vida, su clasificación para los Juegos Olímpicos de Sidney es, de entrada, una pequeña victoria personal para alguien que ha desafiado algunos modos que considera acartonados en la preparación de nadadores.La revolución de Mediano comenzó hace dos años, cuando decidió marcharse de la residencia Joaquín Blume de Madrid, donde se preparaba junto a otros nadadores becados por la Federación Española de Natación. Jimmy consideró que tenía pocas ocasiones para competir en circuitos internacionales, y decidió montárselo por su cuenta.

NOMBRE: Guillermo Mediano Sebrechts

EDAD: 24 años. ESTATURA: 1.87. PESO: 80. ESPECIALIDAD: Espalda. EXPERIENCIA OLÍMPICA: Debuta en estas olimpiadas. OBJETIVO: Entrar en finales. PALMARÉS: 3º en Espalda en la Copa del Mundo 1999.

Regresó a Málaga, al abrigo de su entrenador de siempre, Javier Casademont, y ambos hicieron encaje de bolillos para obtener fondos para participar en la Copa del Mundo, el más prestigioso torneo internacional de natación en piscina corta. Acertaron. En 1999, Jimmy se metió en el bolsillo la medalla de bronce en la categoría de Espalda, y el invierno pasado confirmó su buena forma obteniendo antes que nadie su pasaporte olímpico para Sidney en la prueba de 200 metros espalda.

De hecho, en Australia será el único nadador que represente a España en la distancia que dominó durante años el mítico Martín López Zubero. Pero esto no le supone una presión extraordinaria. "Actualmente el ránking mundial está tan apretado que tengo las mismas posibilidades de hacer un bronce que de caer hasta el puesto 30. Pero con dos décimas menos que la marca que tengo yo ahora (02.00.90) Martín López Zubero quedó sexto en Atlanta", recuerda.

Su ambición es rebajar su marca en dos segundos, lo que supone pulverizar la barrera de los dos minutos en la distancia de 200, aunque ése es un objetivo personal; para compensar el mínimo de cuatro horas diarias que invierte en su entrenamiento. "En realidad, el objetivo era ir a Sidney, porque en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996 podría haber participado y sin embargo no me llevaron. Nunca me han dado confianza y por tanto el mero hecho de estar ahí ya es un triunfo personal", confiesa.

Mediano dice que ya se ha hecho "más o menos" una idea de lo que supondrá nadar en unos Juegos Olímpicos ante 20.000 espectadores. Uno de ellos, si consigue entradas -en Australia la natación está considerado el deporte rey y los pases para las finales se venden ya a precio de oro-, será su novia, Guadalupe, una joven malagueña a la que conoció cuando estudiaba en el Colegio Cerrado de Calderón y con la que comparte sus aficiones de hombre tranquilo: andar con los amigos -entre ellos la nadadora malagueña, vecina como él del barrio de Pedregalejo, María Peláez-, o ir al cine.

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Planes de futuro

Lo que no le gusta demasiado es hablar de planes de futuro. La temporada pasada fichó por el Club Metropole de Las Palmas, pero aún no tiene claro si renovará o si dará un nuevo giro a su carrera. Sí sabe que su perfil no encaja en los centros de alto rendimiento, donde el futuro deportivo se decide en función de los resultados de una determinada competición. Prefiere permanecer junto a su familia -tiene dos hermanos- y sus compañeros de su club de Málaga.Aunque también ha demostrado que no le importa cambiar de país para probar nuevos métodos de entrenamiento: En los 16 años que lleva nadando (empezó a los ocho, en los cursillos del Club El Candado), ha pasado etapas en Argentina y Canadá. Pero sí tiene claro que sólo seguirá mientras el esfuerzo le compense personalmente. "Yo disfruto nadando, y nado para disfrutar", dijo cuando decidió volverse a Málaga. Y no está dispuesto a abandonar esa línea.

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