El francés y los depósitos-bombona
Mahou nació a finales del siglo XIX, cuando un francés, Casimiro Mahou, tras probar, sin fortuna, varios negocios, instaló en la calle de Amaniel, en el distrito Centro, una fábrica de cerveza y de hielo. Triunfó Casimiró Mahou en la nueva empresa, tal y como lo atestiguan unas fotografías tomadas en 1907 en la estación de Atocha, donde aparecen carromatos enteros llenos de botellas de cerveza. De Amaniel se trasladó la fábrica, a principios de los años sesenta, al paseo Imperial, por entonces una zona repleta de industrias. Desde entonces, los madrileños que pasan por la M-30 observan los descomuna- les depósitos plateados que sirvieron como almacén de cerveza, y los centenares de camiones que, diariamente, surtían a la fábrica de lúpulo ola abandonaban con cientos de litros de cerveza a la espalda. Con los años, la ciudad creció y los alrededores de la M-30 se convirtieron en bloques ininterrumpidos de pisos. La fábrica de cervezas Mahou ya era la primera del sector en España y la quinta de Europa. Aunque no contaminaba, empezó, a principios de los noventa, a buscar un nuevo emplazamiento lejos de las casas. Y lo encontró, pese a las reticencias de la Comunidad de Madrid, en Alovera, Guadalajara, a la orilla de la carretera de Barcelona.
¿Qué pasará con los depósitos-bombona si se construyen oficinas y pisos en el terreno? "Desaparecerán", según explica una de las promotoras.