El consejero Rius desvincula las muertes en Sant Pau y Bellvitge de las listas de espera

El consejero de Sanidad, Eduard Rius, aseguró ayer que "no puede ratificarse" que las muertes de pacientes mientras esperaban una operación de corazón en los hospitales de Sant Pau y Bellvitge "tengan relación con el hecho de estar en lista de espera", a excepción de un caso del último de los centros sanitarios, que aún se está investigando. Así se desprende de las conclusiones provisionales de los informes abiertos en los dos hospitales, afirmó Rius ayer en el Parlament, en una comparecencia en la que PSC e IC-V le acusaron de "echar pelotas fuera" y ocultar datos sobre las listas de espera.

La oposición no se dio por satisfecha con las explicaciones de Rius ante la Cámara catalana sobre la polémica desatada por la denuncia de muertes de pacientes coronarios en lista de espera para ser intervenidos. El consejero insistió ayer en que no tuvo conocimiento de las defunciones (siete en el Sant Pau y nueve en Bellvitge) "hasta el mismo día en que fueron denunciadas". El PSC e IC-V, sin embargo, no dieron crédito a las palabras del consejero. "Ustedes lo sabían, pero lo que pasa es que no escuchan a los profesionales", replicó la diputada de IC-V Dolors Comas, que reveló el contenido de varios e-mails enviados en los últimos años por el jefe de cirugía cardiaca del hospital de Sant Pau, Alejandro Arís, a la dirección del centro. Aris expresaba su preocupación ante la larga espera que debían soportar los enfermos del corazón para ser operados y criticaba los planes de reducción de la actividad previstos en el centro.

Rius se sacó entonces un as de la manga y reveló los primeros resultados de la investigación abierta tras la denuncia, la semana pasada, de varias muertes de pacientes coronarios mientras aguardaban su cita con el quirófano. Dijo que en ninguno de los casos, excepto uno de Bellvitge que sigue bajo investigación, puede asegurarse que los fallecimientos tuvieran relación directa con el hecho de que el paciente estaba en lista de espera. Rius se negó a explicar los criterios por los que se ha llegado a tal conclusión, pero dejó caer que "en algún caso el propio enfermo rechazó ser intervenido en su momento".

A la espera de conocer los resultados definitivos de las investigaciones abiertas tras las denuncias del jefe de cirugía cardiaca de Sant Pau y del sindicato Facultativos Independientes de Bellvitge, PSC e ICV consideraron que el "escándalo que se ha destapado" no es un hecho aislado, sino un síntoma del "fracaso y la inoperancia" de la política sanitaria del Gobierno de la Generalitat. La diputada Dolors Comas reprochó que en este asunto el consejero haya echado pelotas fuera "dando la culpa a los profesionales", lo que Rius negó con rotundidad. Los grupos del PSC e IC-V, que habían solicitado la comparecencia de Rius, acogieron con indignación el argumento del consejero según el cual las listas de espera "son consustanciales a un sistema sanitario público de acceso universal como el nuestro". Dolors Comas y la diputada socialista Carme Figueras tampoco vieron satisfecha su demanda de información detallada sobre la situación de las listas de espera en Cataluña y acusaron al consejero de "falta de transparencia" al negarse, desde 1998, a facilitar ningún dato "con la excusa de que se estaba elaborando un registro de listas único y centralizado".

Por su parte, CC OO también acusó ayer al consejero de Sanidad de haber incumplido su palabra de aportar dos veces al año datos sobre las listas de espera.