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CIRUGÍA Extirpación renal por laparoscopia Una técnica poco invasiva para extraer el riñón de un donante vivo permite duplicar los trasplantes

Cuatro años después de empezar a utilizar una técnica quirúrgica nueva y poco invasiva para extraer un riñón de donantes vivos, los cirujanos del Centro Médico de la Universidad de Maryland (EEUU) han concluido que este método permite duplicar el número de donantes. La nueva técnica, llamada nefrectomía laparoscópica, permite extraer un riñón mediante una mínima incisión, lo que reduce considerablemente los riesgos que corre el donante, normalmente una persona próxima al enfermo. En España se realizaron en 1998 un total de 1.995 trasplantes de riñón.

Los resultados de un estudio sobre el impacto de la extirpación del riñón por laparoscopia fueron presentados en la reunión de la Asociación Quirúrgica Americana celebrada en Filadelfia el 7 de abril y demuestran que puede aumentar considerablemente la donación renal.Este método menos invasivo, unido a un programa formativo para pacientes y familiares, "ha doblado en unos pocos años la posibilidad de que un paciente con insuficiencia renal reciba en la actualidad un trasplante de un amigo o un ser querido", afirma Stephen Bartlett, director de Cirugía de Trasplantes en el Centro Médico de la Universidad de Maryland, en Baltimore.

Antes de que el Centro Médico de la Universidad de Maryland comenzase a ofrecer el programa formativo y a utilizar la técnica laparoscópica, el 35% de sus pacientes de valoración reciente conseguían encontrar a alguien que se hiciese las pruebas para donar, pero sólo el 12% conseguía un trasplante de un donante vivo. Con el programa de extirpación laparoscópica, la mitad de los pacientes encontró al menos un posible donante dispuesto a realizarse las pruebas, y finalmente el 25% recibió un trasplante de un donante vivo.

Utilizando la laparoscopia, los cirujanos sólo necesitan realizar una pequeña incisión cerca del ombligo, de 5 o 6 centímetros, así como cuatro pequeñas punciones en las que insertan los instrumentos. La laparoscopia contiene una cámara en miniatura y los cirujanos ven lo que hacen en un monitor de vídeo. Cuando desconectan el riñón, utilizan sus instrumentos para envolverlo en una bolsa de plástico y sacarlo a través de la pequeña incisión.

Rápida recuperación

La cirugía abierta tradicional requiere una incisión de unos 25 centímetros, que se practica en los músculos abdominales, y cuya curación requiere mucho tiempo. Los donantes permanecen en el hospital unos seis días y necesitan unas seis semanas para recuperarse. Por el contrario, la nueva técnica permite al donante de riñón dejar el hospital a los dos días, y retomar sus actividades normales a las dos semanas.

Bartlett y sus colaboradores atribuyen a la recuperación más rápida del donante y a los excelentes resultados para los receptores el aumento en el número de voluntarios para donar un riñón a un ser querido.El 32% de los donantes eran pacientes lejanos o carecían de relación con los receptores.

El estudio demostró que el 94% de los riñones extirpados por laparoscopia seguían funcionando en los receptores al año del trasplante. Después de tres años, funcionaba el 90%.

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