"El psicoanálisis es una voz a contracorriente"

Miquel Bassols (Barcelona, 1958), presidente de la Escuela Europea de Psicoanálisis, ha analizado en San Sebastián, junto con un grupo de compañeros que siguen las enseñanzas del analista Jacques Lacan, La transferencia en la clínica psicoanalítica, dentro de unas jornadas de la Fundación del Campo Freudiano.Pregunta. ¿ Es necesario revisar la práctica del psicoanálisis?

Respuesta. Este tipo de tratamiento está en continúo debate consigo mismo y con las ciencias de su tiempo.

P. ¿ Por qué han elegido la transferencia para debatir?

R. Es un tema que no sólo atañe al psicoanálisis, sino que alcanza a una serie de prácticas y concepciones de la salud mental y de otras vinculadas con lo que son las personas. Allí donde hay sujetos hay transferencia. El psicoanálisis se funda en el uso de eso que llamamos transferencia, que no está regida por determinaciones psicológicas, sino que se motiva en los efectos que el lenguaje induce en el ser hablante.

P. ¿ El paciente ignora que el origen de su dolencia puede estar en él?

R. El saber inconsciente es un saber que está articulado en los síntomas, en las palabras del sujeto, pero que el propio sujeto no lo sabe. Es un enigma para él mismo, del mismo modo que un jeroglífico egipcio es un enigma para nosotros. Los síntomas y el saber inconsciente son un enigma para nosotros mismos. La transferencia es lo que permite articular y extraer algo de ese saber junto a otro que es del analista.

P. ¿El tratamiento tiene fin?

R. Lo fundamental es que es el propio sujeto el que va a producir ese saber, con la ayuda del psicoanalista. Los efectos terapéuticos de la adquisición de ese nuevo saber los comprobamos en la practica diaria. A veces no es el único paso, hay impasse, y aunque se consigue avanzar bastante sigue habiendo algo que se resiste a disolverse del síntoma. El tratamiento tiene algunas complejidades más. El término de un tratamiento llega cuando se ha podido resolver ese saber articulado en la transferencia. Es un término posible de tratamiento psiquiátrico.

P. ¿Son reales los personajes como Woody Allen en permanente análisis de su yo?

R. Hay algo de verdad con la imagen del analizante tipo Woody Allen que está trabajando permanentemente sobre su saber inconsciente. De una manera o de otra lo que hacemos es eso, el trabajo analítico que puede extenderse largos años y que acompaña durante mucho tiempo.Y eso tiene su función, que ayuda a poder elaborar y sobrepesar el sufrimiento de esos síntomas.

P. ¿Se logra transformar el origen del sufrimiento?

R. Una cosa muy interesante es saber hacer algo con sus propio síntoma. Cuando el sujeto puede hacer algo con su síntoma, además de ya no padecerlo, ese es un buen uso del final del análisis: transformar lo que ha sido el eje de su sufrimiento en algo útil, para él , para su vida y que puede producir algo nuevo para él y para los demás.

P. ¿Se han producido cambios en el psicoanálisis desde Freud?

R. Se ha modificado mucho desde los tiempos de Freud en la manera de practicarse, en su propia concepción y en su relación con la Psiquiatría. No hay que olvidar que es heredero de la clínica psiquiátrica del siglo XIX. Se distingue de otras prácticas psicoterapeúticas porque influye de una manera decisiva en la dimensión particular de cada sujeto.

P. ¿Por qué es tan discutida esa práctica terapéutica?

R. Porque va a contracorriente del estereotipo en los tratamientos terapéuticos, a los que a veces nos obligan las inercias sociales y políticas. El psicoanálisis es una voz que va a contracorriente de esa globalización para hacer valer la particularidad de cada sujeto, para obtener del tratamiento la curación de los síntomas y un saber sobre el inconsciente.