La inmobiliaria Barcinova se hace con el parque Tibidabo por 791 millones
El intermediario José Guindoliu se hizo ayer por 791 millones de pesetas con la práctica totalidad de las instalaciones del parque recreativo Tibidabo, de Barcelona, en nombre de la sociedad Inmobiliaria y Gestión Barcinova Augusta. El precio pagado es muy inferior al de salida, fijado en 1.600 millones. La liquidación había sido instada por la Seguridad Social, principal acreedor del parque.
La subasta del parque ha llegado tras la reciente quiebra de la sociedad matriz Grand Tibidabo, que gestionó en su día Javier de la Rosa. En la actualidad, Grand Tibidabo sólo es propietario de la juguetera Diset. El parque era la única propiedad de valor que le quedaba a Grand Tibidabo, con más de 474.000 visitantes anuales, y unos ingresos de 1.561 millones de pesetas.El comprador del parque se perfiló como el único interesado por sus activos e hizo la reserva de terceros, figura que técnicamente supone que podría inscribir los bienes adquiridos a nombre de otra persona actuando como testaferro.
Guindoliu, un conocido subastero, se negó a hacer declaraciones a la salida de la sede de la Seguridad Social en Barcelona, donde se celebró la subasta. Sólo explicó que no podía desvelar a quién representaba en esta operación.
Grand Tibidabo se creó en 1992 a partir del antiguo Consorcio Nacional de Leasing bajo el impulso de De la Rosa. Éste fue a prisión acusado de apropiación indebida cuando la empresa entró en crisis. De la Rosa, que ha pasado año y medio en la cárcel por este caso, está en prisión atenuada en su domicilio desde hace dos semanas tras haber depositado 100 millones de pesetas bajo fianza.
La liquidación del parque recreativo abre ahora una gran incertidumbre sobre el futuro de Grand Tibidabo. Los actuales gestores, encabezados por el presidente de la empresa, Francesc Xavier Pintó, habían supeditado la venta del parque a un plan financiero para intentar salvar la sociedad.
