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Lawal cree una "barbaridad" que Gil le vendiera al Atlético por 1.000 millones

El nigeriano Abbas Muyiwa Lawal, incorporado al Atlético de Madrid B en 1998, manifestó ayer ante el juez del caso Atlético, Manuel García-Castellón, que le pareció "una barbaridad" que el club le hubiese valorado en 1.000 millones de pesetas. La valoración ficticia de Lawal y otros tres juveniles fue establecida por la empresa de Jesús Gil, Promociones Futbolísticas, para amortizar la deuda de 2.700 millones que, según el fiscal Anticorrupción, mantenía con el club. Las declaraciones de los juveniles confirmaron las tesis de la fiscalía, según fuentes de ésta.

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Según Anticorrupción, el 16 de enero de 1998 Jesús Gil y su hijo Miguel Ángel otorgaron cuatro contratos por los que Promociones Futbolísticas cedía al Atlético de Madrid en pago de una deuda de 2.700 millones de pesetas, contraída en años anteriores, los derechos de cuatro jugadores, cuyo valor de mercado, según el fiscal, "era inexistente" y de dos de ellos incluso ponía en duda que fueran jugadores de fútbol. Tres de los jugadores -todos llegados en enero de 1998- comparecieron ayer ante el juez -el cuarto, el brasileño Maximiliano de Oliveira (18 años) no recibió la citación-, y confirmaron que pertenecen al Atlético de Madrid, aunque juegan cedidos en otros equipos.

El nigeriano Lawal (18 años) declaró que él era jugador profesional cuando fue fichado después de una competición en Portugal a la que asistió con la selección sub-21 de su país. Un holandés de una sociedad de intermediarios llamado Harold le ofreció jugar en Europa y aceptó.

Lawal, que juega en el Atlético de Madrid B, dijo desconocer lo que se ha pagado por él, pero aseguró que cuando leyó que eran 1.000 millones más IVA le pareció "una barbaridad". El nigeriano dijo que ahora gana entre 300.000 y 400.000 pesetas al mes.

El senegalés Limamou Mbngue (18 años), conocido como Lima, confirmó que llegó acogido a un programa de reintegración familiar cuando su madre falleció en Senegal y su padre se encontraba en España casado con una española. Lima dijo que había jugado en los equipos filiales del Atlético pero que desconocía los detalles de su contratación, cuestión que llevó un familiar de la mujer de su padre.

Sin embargo, aseguró que, en su opinión, él si vale los 290 millones más IVA en que fue valorado por el club. Añadió que siempre ha pertenecido al Atlético de Madrid -donde ha jugado en el filial Amorós- y que ha estado cedido en varios clubes, como el Alcobendas y el Consuegra, ambos en categoría regional.

El defensor de Gil, Horacio Oliva, explicó que la razón de que el Atlético ceda a estos jugadores a clubes no profesionales se debe a que en esas categorías -regional o preferente- no ocupan plaza de extranjeros no comunitarios.

Por su parte, el angoleño Bernardo Matías Djana (19 años) relató en el juzgado que llegó a España a través de Portugal, después de que muriese su madre en Angola y quemasen el negocio familiar. Acogido por una asociación humanitaria, vivió después en una en una residencia de los Padres Mercedarios hasta su mayoría de edad. Jugador de fútbol "en los ratos libres" mientras estudiaba carpintería metálica, fue contratado por el Atlético. No percibió cantidad alguna por su contrato, pese a que Gil se lo traspasó al club por 350 millones. Actualmente está cedido al Rayo Majadahonda, en regional preferente.

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