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Una detención cinematográfica

La patrulla del Cuerpo Nacional de Policía que detectó el coche robado con los dos miembros del comando en la calle de Valentín de Berriotxoa, de Basauri (Vizcaya), protagonizó una detención asimilable a la clásica de las secuencias cinematográficas, según los testimonios que posteriormente aportaron los propios agentes y los testigos de un hecho que se produjo a plena luz del día y en el mismo centro de la ciudad.Al detectar el vehículo robado que iban buscando, los dos policías, de paisano, cruzaron su coche ante el de los etarras para cerrarles el paso e impedir que pudieran escaparse.

Los terroristas lo intentaron haciendo chocar su Opel Kadett contra el suyo, pero para entonces los agentes, pistola en mano, habían salido de él y corrido a encañonar y reducir a los activistas, a los que llegaron a sorprender todavía dentro de su automóvil. Los etarras llevaban encima una pistola Star y una Sig Sauer con sus cargadores y una bala en la recámara, pero no tuvieron oportunidad de utilizarlas.

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Como relató un testigo a Radio Euskadi, la emisora autonómica, "los policías, que eran secretas, venían corriendo con la pistola en la mano; uno de ellos se metió en la ventanilla y sacó a uno de los chavales y el segundo sacó al otro. Les tumbaron en el suelo, les cachearon y les sacaron una pistola a cada uno. En eso consistió toda la movida. Luego, les pusieron contra una persiana. Se veía nerviosos a los policías, que llamaron por teléfono, hasta que se presentaron muchos de refuerzo".

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