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NECROLÓGICAS

Fallece el cientifíco Faustino Cordón

Faustino Cordón Bonet, investigador, biólogo, farmacéutico y presidente de la Fundación para la Investigación sobre Biología Evolucionista (FIBE), falleció ayer en Madrid a los 90 años de edad.Hijo de un abogado extremeño y madre catalana, se educó bajo la tutela de su abuelo, catedrático de Química Orgánica en la Facultad de Farmacia de Madrid. Realizó el Bachillerato en el colegio de El Pilar. Al terminar los estudios medios se fue un año a París para estudiar dibujo. Allí conoció a Pablo Picasso. A su regreso a España se matriculó en Farmacia en la Universidad de Madrid, carrera que realizó en dos años, estudiando por libre en una finca de su familia en Extremadura y presentándose sólo a los exámenes. Una vez obtenida la licenciatura, pasó otros dos años en el campo, en la sierra onubense de Aracena, preparando oposiciones a la cátedra de Química Orgánica.

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Víctima de la guerra civil

De regreso a Madrid, trabajó en el laboratorio de la Institución Libre de Enseñanza, en la Residencia de Estudiantes, hasta que la sublevación franquista le truncó sus intenciones de realizar el doctorado y preparar las oposiciones a cátedra. Durante la contienda, Faustino Cordón, militante del Partido Comunista, fue nombrado jefe de armamento del V Regimiento de Madrid por sus conocimientos de Química, encargándose de la dirección de la industria de guerra. Al finalizar la guerra decidió exiliarse, pero fue detenido en Alicante; durante año y medio estuvo en varios campos de concentración de esa provincia. Durante su presidio perfeccionó sus conocimientos de alemán, estudió inglés e italiano y adquirió conocimientos de anatomía, fisiología y embriología comparadas.

Al ser liberado, realizó estudios de Ciencias Exactas. En 1941 entró a trabajar como farmacéutico en los laboratorios Zeltia, en Porriño (Pontevedra), dirigidos por el profesor Fernando Calvet, quien había sido alejado de su cátedra. En este lugar realizó sus primeros trabajos de investigación como bioquímico y descubrió un enzima inactivador de la insulina, al que llamó insulinasa; con esta investigación llevada a cabo se doctoró en la Universidad de Madrid. En 1945 obtuvo, por oposición, una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores para ir a Estados Unidos, pero se la retiraron por veto del Ministerio de Educación Nacional.

Sus investigaciones

Tras la contienda mundial volvió a Madrid y trabajó en los laboratorios del Instituto de Biología y Sueroterapia (IBYS). Allí fundó y dirigió hacia 1958 el Departamento de Investigación, informa Efe,al frente del cual estuvo hasta 1966, pero ya en 1948 Cordón empezó a alejarse de su trabajo de encimiología dedicándose a la inmunología, y poco después, a la Biología. Los resultados obtenidos en el IBYS fueron publicados en 23 volúmnes, aparecidos en la Biblioteca IBYS de Ciencia Biológica, en la editorial Revista de Occidente.

Su trayectoria como científico se divide a partir de entonces en varias etapas: entre 1950 y 1954 puso en orden el pensamiento biológico con la realidad experimental; después emprendió la revisión del darwinismo planteándose el problema, con el que no se enfrentó Darwin, del surgimiento de las nuevas especies; desde 1961 hasta 1964 estudia cómo surgieron los primeros animales de la evolución conjunta del nivel celular; por último, entre 1965 y 1969 se plantea el tema general de las leyes de evolución biológica.

Tras dos años de investigación en Puerto Rico, donde trabajó como profesor invitado en la Universidad, en 1970, y durante diez años, dirigió el Instituto de Biología Aplicada (IBA), de Madrid, cuya creación le fue encomendada por Juan Huarte y que se mantenía bajo el mecenazgo del Grupo Huarte. Ya jubilado, en 1979 creó la Fundación para la Investigación Teórica y Aplicada sobre Biologia Evolucionista (FIBE) -donde prosiguió su labor teórica-, con la ayuda de la Caja de Ahorros y la Comunidad Autónoma de Madrid.

Es uno de los albaceas testamentario de Ernestina González, que destinó sus bienes a una fundación que lleva su nombre y el de su marido, Leo Fleishman, fallecido en la guerra civil, dedicada a fines puramente benéficos (concesión de becas para estudiantes universitarios). En junio de 1985 firmó con la Comunidad Autónoma de Madrid un convenio para la elaboración de su monumental obra, titulada La alimentación, base de la biología evolucionista, que consta de tres libros y recoge el trabajo de treinta años.

Autor de numerosos ensayos y libros, publicó en 1954 Inmunidad y automultiplicación proteica; le siguieron Introducción al origen y evolución de la vida (1958); La actividad científica y su ambiente social (1962); La evolución conjunta de los animales y su medio (1966); Pensamiento general y pensamiento científico (1976); La función de la ciencia en la sociedad (1976); Origen, naturaleza y evolución del protoplasma (primer volumen de su gran obra, publicado en febrero de 1978); en febrero de 1981 publicó La naturaleza del hombre a la luz de su origen biológico, en el que expone una rigurosa hipótesis sobre el origen del hombre, desde la unidad celular al animal. El otro volumen publicado se tituló Origen, naturaleza y evolución de las células y asociaciones de células. También es autor de Cocinar hizo al hombre (1979). Además, ha traducido textos científicos, pronunció un sinfín de conferencias y colaboró en diversas publicaciones como la Revista de la Real Academia de Ciencias o medios como El viejo topo, Tiempo, Abc, EL PAÍS, etc. Casado con María Vergara, es padre de cuatro hijas.-

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