_
_
_
_
_

Emili Teixidor gana el Sant Jordi con "El llibre de les mosques", una novela de "reflexión moral" El premio Carles Riba de poesía recayó en "Les torres del silenci", de Pep Rosanes-Creus

Emili Teixidor obtuvo anoche el 40º premio Sant Jordi de novela, dotado con seis millones de pesetas y entregado durante la tradicional Nit de Santa Llúcia, celebrada en Lleida. La obra ganadora, El llibre de les mosques, es la tercera incursión del autor, conocido por su obra para niños y jóvenes, en la narrativa para adultos. La novela, una "reflexión moral" ambientada en Vic, narra las vicisitudes de un libro en el que las autoridades eclesiásticas de la diócesis anotaban las infracciones sexuales cometidas por los miembros del clero. Antoni Munné-Jordà fue proclamado finalista por Veus de boira des del pont.

Más información
Sánchez-Mústich logra el Mercè Rodoreda con 20 cuentos de amor

Durante la velada, organizada por Òmnium Cultural, se concedieron otros 11 galardones. Entre ellos el 41º premio Carles Riba, dotado con 500.000 pesetas, que fue para Pep Rosanes-Creus (Manlleu, 1957) con un poemario titulado Les torres del silenci y que será publicado por Proa.Emili Teixidor (Roda de Ter, 1933) presentó El llibre de les mosques bajo el título de Laberint, Minotaure y con el seudónimo de Eulàlia Bas. La obra fue escogida ganadora entre las 30 obras presentadas por un jurado compuesto por Carme Arnau, Jaume Cabré, Joaquim Molas, Marta Pessarrodona y Ramon Pla i Arxé, y será coeditada por Proa y Columna.

Fue una amiga del autor quien le dio la idea y el título de la novela. Ella le habló de la existencia de este recuento de las infracciones sexuales de los miembros del clero de la diócesis de Vic, supuestamente guardado en el archivo episcopal de la capital de Osona. El autor, miembro del jurado que concedió el año pasado el Sant Jordi a Miquel de Palol por El Quincorn, no ha querido comprobar ni su existencia, ni su paradero, ni su contenido porque cree que "la realidad es más decepcionante que la ficción".

Misterio y reflexión

Muy al contrario, Teixidor ha construido una ficción en la que se mezclan el "misterio" y una "reflexión moral" sobre la historia de Vic en los años que van del final de la guerra civil hasta los años ochenta. Pero que nadie se llame a engaño, El llibre de les mosques ni es un repaso al franquismo ni su contenido es "anticlerical". Dice el autor que "el trasfondo político de la novela está muy difuminado".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Emili Teixidor es autor de un número considerable de libros infantiles y juveniles y dosifica sus incursiones en la literatura para adultos, que, por el momento, aparece a razón de una por década. Entre sus libros para menores figuran Dídac, Berta i la màquina de lligar boira, finalista del premio Folch i Torres en 1968; L"ocell de foc, que va por la decimotercera edición; El príncep Alí, que le valió el Premio de Literatura Juvenil de la Generalitat en 1983, y Cor de roure, con el que ganó el Crítica Serra d"Or en 1995. Sin dejar de dedicarse a los lectores más jóvenes, el escritor saltó a la narrativa para adultos con la compilación de cuentos Sic trànsit Gloria Swanson, premio Crítica Serra d"Or en 1979.

Esperó una década para escribir su primera novela, Retrat d"un assassí d"ocells, y 10 años más tarde se ha alzado con el Sant Jordi. "Los libros para adultos me exigen un grado de experimentación mayor y voy más lento al escribir. Tanteo y me dejo llevar. Es posible que me equivoque más porque se puede decir que con estos libros trabajo sin red", explica el autor. En cuanto a El llibre de les mosques, tiene muy claro que no se la dejaría leer a un hijo suyo "antes de cumplir 18 años".

Veus de boira des del pont, la obra finalista premiada con dos millones de pesetas, es el resultado de la investigación de su autor, Antoni Munné-Jordà (Barcelona, 1948), sobre la vida y la obra del pintor veneciano del siglo XVI Tintoretto. En la novela se describen las impresiones de un viajero que contempla los cuadros del pintor y que oye las "voces", según el autor, que emanan de ellos. De este modo, Munné-Jordà, licenciado en Historia del Arte y redactor de la revista Serra d"Or, evoca una "historia trágica" protagonizada por Tintoretto, que lucha por hacerse un hueco entre los maestros pintores de la época, y por sus coetáneos.

El premio con más antigüedad de la noche, el Carles Riba, fue para un autor casi desconocido para los lectores pero muy apreciado por la crítica, aunque algunos lo han saludado como una copia de Gabriel Ferrater, en una polémica que saltó a raíz de su primer libro, La venjança de l"eunuc, en 1993. Pep Rosanes-Creus, premiado por un jurado compuesto por Sam Abrams, Oriol Izquierdo, Lluïsa Julià, Màrius Sampere y Jaume Subirana, dice que su obra es "narrativa, cercana a la poesía de la experiencia".

El autor, que compagina la actividad literaria con la gestión pública -es concejal independiente de Juventud en el Ayuntamiento de Santa Maria de Corcó- L"Esquirol-, ha dividido el poemario en tres partes: Les torres del silenci, El silenci del cos y El cos del temps. En ellas, según explica, habla de la vida y de la muerte: "De la muerte como una presencia habitual en el día a día de cualquier persona, de la muerte en el más allá, y de la vida, que lo abarca todo". Quedó finalista Hermínia Mas con El gust dels joncs.

Tanto las obras ganadora y finalista del Sant Jordi como la que ha obtenido el Carles Riba se publicarán en el mes de febrero del próximo año.

Emili Teixidor, Pep Rosanes-Creus, Cèlia Sánchez-Mústich y Antoni Munné-Jordà, ayer en Barcelona. / JOAN GUERRERO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_