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PSOE, IU y CiU critican la "amnesia" de los obispos por no pedir perdón por la guerra civil

Los teólogos progresistas se muestran defraudados por la "injustificable" postura eclesial

Sin sorpresa, pero con decepción, ha sido acogida por PSOE, IU, CiU y teólogos críticos la decisión de la Conferencia Episcopal de no pedir perdón por el papel de la Iglesia católica durante la guerra civil y en la posterior dictadura franquista. Quienes rechazan el documento en el que los obispos hacen su particular repaso del siglo XX utilizan calificativos como "amnesia histórica", "falta de autocrítica", "miedo" y "bastión del franquismo". El arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, insiste en recordar a los mártires de la Iglesia para no pedir perdón.

El diputado del PSOE Álvaro Cuesta admite que "no es oportuno abrir heridas del pasado a pocos días del 21º aniversario de la Constitución", pero rechaza el documento La fidelidad de Dios dura siempre. Mirada de fe al siglo XXI, publicado el jueves, al entender que culpa a los españoles de los errores de la Iglesia: "Es indudable que la Iglesia jugó un penoso papel antes, durante y sobre todo después de la guerra civil".Cuesta añade: "No es que la Iglesia fuese acrítica, es que se convirtió en un pilar fundamental de la dictadura. Sería razonable que por lo menos hiciera una valoración autocrítica para subir su credibilidad". El portavoz socialista en materia religiosa acusa a la jerarquía de estar "muy influida por el Opus Dei y alejada del cristianismo de base", así como de "interferir en el libre juego político".

En representación de Izquierda Unida, José Luis Núñez afirmó que es "completamente incomprensible y rechazable la actitud de la jerarquía eclesiástica". Núñez cree que la Iglesia debería pedir perdón por lo que hicieron. "Se juntaron con la burguesía y no ayudaron a la gente explotada. Apoyaron un golpe fascista y militar. Y durante treinta y tantos años nunca levantaron la voz en contra del fascismo y, en cambio, reprimieron y censuraron a los sacerdotes que al final de la dictadura ayudaron a los que se oponían a ella", dijo el diputado de IU.

Núñez explicó que el documento no le sorprendió y añadió: "Uno siempre espera que la Iglesia evolucione, aunque no sea tan rápido como en otros sitios. España e Italia avanzan con una lentitud exasperante". El diputado concluyó que la Iglesia católica española ha "involucionado hacia posiciones conservadoras desde el inicio de la transición".

A los partidos de la oposición se sumó en la crítica CiU. El diputado nacionalista Ignasi Guardans afirmó: "Sería una gran sorpresa que la Conferencia Episcopal hubiera dicho algo distinto, pero al mismo tiempo es una decepción".

Falta de autocrítica

Guardans manifestó que a la Iglesia española le falta "autocrítica y maduración histórica", y que va por detrás de otras conferencias episcopales europeas.

El portavoz catalán aventuró que "habrá que esperar a que pierdan el miedo a denunciar lo que ocurrió". Guardans explicó que la Iglesia cree que reconocer sus errores es insultar la memoria de sus mártires. "Admitir la connivencia en el bando nacional entre el franquismo y la jerarquía eclesiástica no significa disminuir el sufrimiento de los católicos que fueron perseguidos por el bando republicano", concluye.

El teólogo Juan José Tamayo destacó que la Iglesia peca en su documento de "amnesia colectiva", y consideró "injustificable" que los obispos no reconozcan su reponsabilidad en la guerra civil. Una responsabilidad que Tamayo calificó de "menor en el desencadenamiento de la guerra, mayor en su radicalización y máxima en el régimen dictatorial surgido de la guerra". El teólogo sostuvo que la postura eclesial es "peligrosa de cara a lo que pudieran hacer en el futuro ante una situación similar". Y concluyó que "cargar la culpa sobre los españoles de uno y otro bando es falsear la historia".

El presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, Enrique Miret, dijo ayer que el documento es una petición de perdón "insuficiente" que "ha defraudado a muchas personas", incluido el papa, Juan Pablo II, y "no satisface las expectativas de muchos católicos".

Por contra, el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, dijo que los obispos españoles no pueden sentirse responsables de nada de la guerra civil. Sebastián declaró a la Cope que le parecía "sumamente caricaturesco e injusto que la Iglesia tenga que pedir perdón". "Tendremos que pedir perdón por los 7.000 sacerdotes, los 14 obispos y los incontables miles de católicos fusilados por ser católicos", añadió.

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