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París y Londres acuerdan un texto para levantar el embargo de la carne

Francia consigue que los británicos estudien etiquetar su vacuno

La crisis de las vacas locas está un paso más cerca de su resolución. Los ministros de Agricultura de Francia y el Reino Unido, Jean Glavany y Nick Brown, lograron ayer en Bruselas ponerse de acuerdo en un texto que, una vez estudiado por sus respectivos técnicos, permitirá que París levante el embargo al vacuno del Reino Unido, a cambio de que los británicos acepten etiquetar su carne y otros controles.

El comisario europeo de Seguridad Alimentaria, David Byrne, acompañó a los dos ministros en su comparecencia tras la reunión y leyó en su presencia una declaración conjunta en que se señalaba: "Hemos acordado un método para poner fin a la crisis tan pronto como sea posible, que se basa en la identificación de cinco puntos, y que merece la pena ser estudiado por nuestros expertos, que lo harán a partir del viernes".Los cinco puntos, esbozados telegráficamente en la declaración, se refieren a registrar el historial del ganado, hacerle pruebas sistemáticas, controlar que la carne esté libre de la enfermedad, extender las precauciones a los productos derivados del vacuno y etiquetar la carne según su procedencia.

La reunión de Bruselas terminaba así con perspectivas de acuerdo y ponía el broche a un día en que el Gobierno francés había insistido, contra lo esperable, en su exigencia de imponer mayores controles al vacuno británico. El viernes, el comité científico de la UE dictaminó por unanimidad que la carne británica es segura, y dejó así sin justificación el mantenimiento francés (y alemán) del embargo por la epidemia de las vacas locas.

París persiste

Las muy medidas declaraciones de Pierre Moscovici, ministro francés para Asuntos Europeos, mostraron ayer que París no ha dado su brazo a torcer en el contencioso sobre la carne que le enfrenta al Reino Unido. "Creo que hay que adaptarse a lo que desea la Unión Europea, pero al mismo tiempo hay que tomar las garantías que nosotros deseamos" declaró ayer Moscovici al referirse a la solución de la crisis provocada por el mantenimiento francés del embargo, que la UE ya levantó en agosto pasado.Y lo que París desea es que el Reino Unido se comprometa a mejorar la información que permite a los compradores seguir el historial de cada animal, a etiquetar toda la carne indicando claramente su procedencia y a sacrificar el rebaño entero, como se hace en Francia, cada vez que se descubra un animal portador de la encefalopatía espongiforme bovina, o mal de las vacas locas.

En la misma línea se pronunció Glavany desde Bruselas, antes de la reunión: "No es verdad que hayamos recibido una desautorización y que Londres haya conseguido una victoria".

Encargado de representar la posición más dura, Glavany insistió en que "no se trata de un partido de rugby, sino de la salud de miles de personas a diez años vista". En su opinión, no deja de resultar "inquietante que las opiniones enfrentadas de los especialistas europeos no hayan sido hechas públicas".

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