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El Papa se reúne en el Vaticano con las principales religiones del mundo

El Dalai Lama asiste a la clausura de la Asamblea interreligiosa

Juan Pablo II defendió ayer el carácter intrínsecamente pacífico de toda religión, ante los representantes de las principales creencias del mundo, reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano. El Dalai Lama se encontraba entre los convocados. "Religión y paz caminan juntas. Conducir guerras en nombre de la religión es una contradicción", dijo el Papa, ante una multitud multiétnica que llenaba la plaza.

La intervención del Pontífice, leída penosamente en inglés, cerraba las sesiones de la Asamblea interreligosa desarrollada en Roma desde el pasado lunes. Han intervenido representantes de más de 22 cultos diferentes, con todas sus variantes.Además de una dura crítica a las guerras de religión que ensangrientan todavía el mundo, las palabras de Karol Wojtyla sonaron como un ataque velado a la persecución que sufre el catolicismo en países en los que constituye una fe minoritaria, caso de China o de India, por ejemplo, adonde el Pontífice viajará el mes que viene.

Entre la multitud que lo escuchaba en la plaza de San Pedro se encontraban representantes del induismo, del islam, del budismo y del budismo tibetano, del sintoismo, del zoroastrismo, los Baha´i, y de diversas religiones tradicionales de Africa y Norteamerica, además de cristianos ortodoxos en todas sus variantes y una nutrida representación de católicos.

Después de pasar revista a los males del siglo que concluye y de lamentar la insuficiente "voluntad colectiva de acabar con el escándalo de las desigualdades", entre individuos pero también entre naciones, el Papa abordó el tema de las responsabilidades de la religión. "Hay quien dice que la religión es parte de los problemas que atenazan al mundo", dijo Wojtyla. "Nosotros tenemos el deber de demostrar que no es así. Cualquier uso de la religión que favorezca la violencia es un abuso. Porque la religión no debe ser nunca un pretexto para iniciar un conflicto. Religión y paz caminan juntas. Combatir guerras en nombre de la religión es una contradicción".

Juan Pablo II recordó la famosa jornada ecuménica que reunió en Asís en 1986 a representantes de las principales religiones con una plegaria común, la misma que se repitió ayer: una plegaria por la paz y la coexistencia pacífica entre las distintas fes ahora que el catolicismo ha renunciado a la supremacía y ha dejado de considerarse depositaria de la palabra del único Dios verdadero.

En primera fila entre los asistentes a la ceremonia, que estuvo animada con música y una coreografía de velas encendidas y cantos corales a cargo de un grupo multiétnico que recordaba un poco la publicidad de Coca Cola, Tenzin Gyatso, decimocuarto Dalai Lama, sostenía una vela encendida con expresión reconcentrada. La estancia en Italia del líder espiritual y temporal de seis millones de tibetanos, en el exilio desde 1959, se ha saldado con un éxito total de público y de atenciones.

La audiencia privada que le concedió ayer el Papa, la quinta exactamente, porque el líder religioso ha visitado a Wojtyla en 1980, 1982, 1986 y 1996, y la asistencia a la clausura de la asamblea interreligiosa, ponen broche de oro a dos intensas semanas de visitas. Con anterioridad, el Dalai Lama había sido recibido por Pablo VI, en 1973.

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