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Deserciones en Alemania por la actitud del Papa sobre el aborto

Para algunos obispos alemanes, la presión de sus bases diocesanas podrá más que el Papa en la crisis de las asesorías sobre el aborto, que enfrenta desde hace dos años al Papa y a la Conferencia Episcopal.El presidente de los obispos, Karl Lehmann, anunció ayer que es probable que algunos prelados renuncien a sus cargos si Juan Pablo II mantiene su rechazo a que la Iglesia católica participe en la red estatal de centros de asesoramiento a mujeres embarazadas que se plantean el aborto. Una decisión como esa provocaría también, según Lehmann, que gran número de feligreses decida abandonar la Iglesia.Los 72 obispos reunidos la semana pasada en Fulda (Hesse) no llegaron a una solución que compagine las órdenes del Papa con los deseos de los catolicos alemanes. Lehmann anunció entonces que varios obispos viajarán a Roma para plantearle al Papa sus preocupaciones. "Puede darse el caso de que alguno acabe diciendo que bajo esas circunstancias no se siente en condiciones de seguir desempeñando su cargo", dijo ayer. En los últimos dos años el Vaticano ha ordenado en cuatro ocasiones que la Iglesia abandone la red de centros de asesoramiento a embarazadas. Según los obispos, cada año más de 5.000 mujeres deciden no abortar gracias a los consejos de las asesorías católicas.

Grave crisis, según Küng

El famoso teólogo Hans Küng, invitado personalmente por Juan XXIII al Concilio Vaticano II y que Roma dejó de considerar como "teólogo católico" en 1979, terció ayer en la polémica defendiendo la necesidad de un nuevo Concilio y "un Papa mejor" para evitar que la crisis de la Iglesia sea "cada vez más profunda".

En una entrevista publicada por el diario portugués O Publico, Küng puso como ejemplo del "absolutismo" del papado la "profunda crisis" que vive la Iglesia alemana a causa de la oposición de Roma a que asesore a las mujeres que se plantean un aborto. Dicha crisis, dijo, es otra demostración del sistema de gobierno de la Iglesia romana en el que el Papa "quiere intervenir en todo". "Contra la legislación alemana, contra la voluntad del pueblo, incluso contra algunos obispos", precisó Küng.

Autor de Ser cristiano y de otros libros de enorme influencia en el pensamiento religioso de este siglo, Küng sostiene que este conflicto del Papa con los obispos alemanes "es una cuestión de dogmatismo y moralismo" de Roma. "La mayor parte de las personas están convencidas de que el aborto es malo. Pero el Papa prohíbe la píldora y todos los medios anticonceptivos, y no quiere que se ayude a las mujeres en extrema necesidad", dice.

El teólogo alemán, de 71 años, subraya que hay que hacer todo para evitar el mayor número posible de abortos, "pero esto no se puede conseguir sólo prohibiendo". "Hay casos extremos de urgencia en los que la mujer, madre, no puede aceptar ese castigo. Todo esto debía de ser discutido, pero no hubo discusión, hubo una imposición, un diktat de Roma", añadió el gran teólogo alemán.

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