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FESTIVAL

Alicante muestra la comunión entre la informática y la música avanzada

En la quinta jornada del Festival de Música Contemporánea de Alicante, ayer hablaron los ordenadores. En el auditorio de la CAM se mostraron los mejunjes resultantes de la alquimia tecnológica que desarrolla el Laboratorio de Informática y Electrónica Musical (LIEM), dependiente del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea. De los altavoces comenzó a brotar una composición con fondo tenebroso, obra de Jorge Antunes. La primera parte la cerró un collage cubista de sonidos que su autor, Edgar Varèse, califica de poema electrónico. En ambos casos dio la impresión de que es música que necesita de imágenes para respirar con más fuelle. Las composiciones de José Iges y Gonzalo de Olavide arroparon la presencia de la violonchelista Suzana Stefanovic en el escenario. Ésta dio una lección de minimalismo y demostró que hasta los instrumentos más clásicos pueden tocarse de forma distinta. En esta ocasión, con la ayuda de un ventilador a pilas. Pero los ordenadores no sólo dialogaron ayer con los instrumentos de cámara. También sirvieron de marco para la actuación de la actriz y recitadora Belén Gutiérrez. Su presencia y la de Stefanovic confirmaron que, por muchos bits que tengan, hay músicas que ganan cuando se revisten de carne y hueso.

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