_
_
_
_
_

El BCE extrema la vigilancia sobre la expansión del crédito y los precios

El semáforo de la política monetaria se ha puesto en ámbar para los países del euro. Riesgos al alza para la estabilidad de precios, crecimiento monetario por encima del valor de referencia y una tasa elevada de expansión del crédito al sector privado. El Banco Central Europeo (BCE) sitúa así los elementos que le llevan a una especial "vigilancia", en un contexto de mejora de las expectativas de crecimiento económico (el 2,75% en el 2000). Y una advertencia también hacia los Gobiernos: hay que "depender menos" de los bajos tipos de interés para equilibrar las finanzas públicas.

En su informe de septiembre, publicado ayer, el BCE se sitúa en una "actitud vigilante" y de "especial cautela" ante los factores que determinan su política monetaria, es decir, los tipos de interés. En especial, sobre la masa monetaria (M3), "que se ha ido apartando gradualmente del valor de referencia del 4,5%".Entre mayo y julio, el crecimiento de esta variable ha llegado al 5,4%, una décima más que en el periodo anterior. Al mismo tiempo se registra "una elevada tasa" de expansión del crédito al sector privado, que en julio pasado se ha situado en el 10,4%.

Existen también, en un futuro inmediato, "presiones adicionales al alza" sobre los precios al consumo, a juicio de la autoridad monetaria de los países del euro. Estos riesgos se derivan de las recientes subidas de los precios del petróleo, así como del efecto diferido de la depreciación del euro frente al dólar.

El BCE no cree, sin embargo, que el objetivo de precios (el 2% como máximo) esté en peligro "si prosigue la moderación en el terreno salarial". [En el caso de España, el Instituto Nacional de Estadística publicó ayer el índice de precios al consumo armonizado, que se ha elevado al 2,3% el pasado mes de agosto, dos décimas más que en julio].

La cuestión es si el BCE pondrá freno a estas tensiones con una subida de los tipos de interés, en línea con la efectuada en agosto por la Reserva Federal de EEUU y la pasadada semana por el Banco de Inglaterra y tal como anticipan los mercados. El presidente del BCE, Wim Duisenberg, declaró a un diario irlandés que se "abstendrá de tomar medidas para adaptarse a las expectativas coyunturales de los mercados". No obstante, dijo observar con "precaución" el crecimiento de la masa monetaria. Flexibilidad laboral

El contexto económico no va a favorecer que los riesgos señalados por el BCE desaparezcan. Según las previsiones anunciadas ayer por la autoridad monetaria, la economía de la zona crecerá un 2,75% en el 2000, frente al 2% estimado para 1999. Esta mejora permitirá elevar el empleo, pero no de forma "suficiente" para reducir los niveles de paro, "todavía muy elevados". Será necesario, insiste el BCE, mantener la moderación salarial y "aumentar la flexibilidad" del mercado de trabajo.

En el informe del BCE se hace también una advertencia, en términos conminatorios, a los gobiernos que comparten moneda para que "dependan menos del repunte del crecimiento económico" y de "los bajos tipos de interés" para "mejorar la situación presupuestaria". Les insta a emprender reformas que reduzcan "los excesivos niveles de deuda pública y carga tributaria, los sistemas de transferencias públicas insostenibles y las administraciones públicas ineficientes".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_