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Problemas de organización en el inicio del Rally de China

Todos en el Mundial de rallies sabían que la primera aventura en China no iba a resultar sencilla. Ya se imaginaban que el estreno de la carrera asiática dentro del calendario del campeonato del mundo significaba un complicado salto a lo desconocido. Sin embargo, nadie esperaba que el caos fuera tan grande, que las comunicaciones no funcionaran y que la intensa lluvia convirtiera los tramos cronometrados en barrizales.Con estas características y mucha incertidumbre se presenta esta 12ª prueba de la temporada, a la que el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi) llega con una confortable ventaja al frente de la clasificación. Sus diez puntos de renta sobre el francés Didier Auriol (Toyota) le dan como favorito para renovar el título, considerando que faltan cuatro carreras (China, San Remo, Australia y Gran Bretaña).

Sin embargo, quedan por repartir 40 puntos (diez para el primero de cada prueba), y otros pilotos pueden aspirar a coronarse si el finlandés falla. Entre ellos sigue estando Carlos Sainz (Toyota), tercer clasificado en la general a 14 puntos de Makinen, los mismos que el finlandés Juha Kankkunen. "Aún hay posibilidades y por eso se debe luchar", reconoce el piloto madrileño, que busca su primera victoria en más de un año.

El problema es que el Toyota de Sainz no evoluciona al ritmo de la competencia. Subaru y Seat son las escuderías que más han crecido en los últimos meses, y sobre todo los pilotos de la marca japonesa se perfilan como favoritos ya que han dominado los últimas carreras disputadas sobre tierra. El Rally de China se corre sobre esta superficie.

"El recorrido de China recuerda a una mezcla de Portugal y Grecia", explica el escocés Colin McRae (Ford), el hombre con más experiencia en este rally, pues lo disputó, y ganó, en las dos últimas ediciones, cuando no puntuaba para el Mundial. McRae aspira al triunfo y la sorpresa podría llegar con los nuevos Seat Córdoba, conducidos por los fineses Harri Rovanpera y Toni Gardemeister.

Antes del comienzo del Rally de China, por otra parte, se despejó la principal incógnita en el mercado de pilotos de cara al año 2000: Makinen renovó su contrato con Mitsubishi. Queda por resolver el futuro de Sainz, que tiene contrato con Toyota para la próxima temporada, pero que podría cambiar de aires si se confirma que la marca japonesa pierde interés por los rallies. Entonces, Sainz podría negociar con Seat.

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