Tres testimonios niegan la coartada del ex edil del PP Jiménez Carmona
Tres testimonios, dos ayer y uno anterior del pasado miércoles, rechazaron la coartada que había presentado el ex edil de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Granada Francisco Jiménez Carmona, del PP, durante el juicio que se sigue contra él por un presunto delito de cohecho. Según dos testigos, Jiménez Carmona estuvo el día 31 de octubre de 1996 en las inmediaciones del local Fondo Reservado, y no en su casa, como él afirma. Su presencia en la zona estaría relacionada con el supuesto cobro de 250.000 al propietario del pub a cambio de favorecer su negocio. En la vista, que quedó pendiente de veredicto, con la petición de medio millón de pesetas de multa y dos años de inhabilitación por parte de la fiscalía y la acusación particular, tanto Luis González como María Rosa Herrera, propietarios de un local próximo, atestiguaron haber visto a Jiménez Carmona junto a Fondo Reservado el día precisamente que se celebraba una fiesta de Halloween, organizada por el propio local. Un testigo anterior, empleado del pub, no sólo vio a Carmona, sino el momento en el que José Carlos Sáez, propietario del negocio, le entregaba 250.000 pesetas que el entonces concejal le había exigido como "donativo para el PP" a cambio de librarlo de un cúmulo de denuncias por exceso de ruido. Jiménez Carmona había presentado la coartada de que ese mismo día había pasado la noche en compañía de un amigo sin moverse de su casa. La defensa del ex edil argumentó que todo lo ocurrido había sido orquestado desde el propio PP por la manifiesta enemistad entre el concejal y el presidente provincial, Juan de Dios Martínez Soriano. El hecho de que durante la fiesta de Halloween un hombre se disfrazara de macho cabrío se volvió en contra de la coartada. González y Herrera relataron que, en una visita posterior a la delegación de Medio Ambiente para tratar sobre otro asunto, Carmona se refirió a la zona en la que se encontraba Fondo Reservado como "Sodoma y Gomorra" y les refirió que hacía unos días había visto allí a un hombre vestido de macho cabrío.
