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El Guerruj bate el récord mundial de 2.000

Kipketer y Szabo ganan la Liga de Oro al lograr en Berlín sus séptimas victorias consecutivas

La Liga de Oro terminó ayer con la reunión de Berlín y los triunfos del danés Wilson Kipketer y la rumana Gabriela Szabo. Pero la guinda volvió a ponerla el asombroso marroquí Hicham el Guerruj, que batió el récord mundial de 2.000 metros, el último que poseía el argelino Nurredin Morceli, su antecesor norteafricano en la cumbre del medio fondo. El Guerruj superó la plusmarca por un margen impresionante de más de tres segundos, 4.44.79 minutos, frente a los 4.47.88 logrados por Morceli el 3 de julio de 1995 en París. El marroquí completó así otra temporada espectacular, máxime cuando tuvo que ser operado dos veces de hemorroides. Batió el récord mundial de la milla, ganó el título mundial de 1.500 y ayer logró una nueva plusmarca, dos días después de que su único gran enemigo ya, el keniano Noah Ngeny, borrara de las listas al británico Sebastian Coe en los 1.000, otra de las distancias no olímpicas.

El ritmo de carrera pedido por El Guerruj a las dos magníficas liebres kenianas, Joseph Kibet y William Tanui, fue arrollador. Tras pasar los 400 primeros metros en 56.70 segundos, ya por debajo de los 57.01 de Morceli, en los 800 la diferencia se fue a más de 2 segundos, 1.54.94 minutos, frente a 1.57.01, y en los 1.600, el momento clave, pasada su distancia mágicade los 1.500 y al borde de la milla. ya más de tres segundos que mantuvo hasta el final. Kibet dejó la carrera a los 1.000 metros y Tanui a los 1.350, es decir, El Guerruj hizo más de vuelta y media en solitario, a lo gran campeón. Es ya el único atleta en activo que posee tres récords mundiales, 1.500, 2.000 y la milla.

Wilson Kipketer y Gabriela Szabo confirmaron también que son imbatibles. A sus muchos títulos, incluídos los últimos mundiales de Sevilla en 800 y 5.000 metros, respectivamente, unieron ayer el triunfo en la Liga de Oro. Tras ganar ayer fueron los únicos atletas que se impusieron en las siete pruebas de las reuniones más importantes del circuito. El danés, de origen keniano, en la misma distancia de 800, y la rumana en la inferior de los 3.000, se repartieron el millón de dólares, unos 80 millones de pesetas para cada uno, aparte de los casi 17 ya ganados por las victorias en cada reunión.

Primero volvió a exhibirse la pequeña Szabo. La carrera tuvo esta vez liebres, pero no sirvieron más que para permitir a la atleta de 1,58 metros y 42 kilos superar su mejor marca de la temporada por un segundo, 14.40.59. La historia anterior fue casi la de siempre. Se lleve el ritmo se lleve, ahí está Szabo en segundo o tercer lugar. Como había liebres, y hasta se puso en cabeza a falta de dos vueltas la keniana Tegla Lorupe (la plusmarquista mundial de maratón, que vive en Alemania y se apuntó a ganar unos dólares) no tiró esta vez la marroquí Ouaziz. Incluso apareció la alemana Mikitenko, que atacó a falta de 300 metros. Pero a los 250 cambió Szabo, que quiso evitar sorpresas y se fue imparable. Ouaziz volvió a quedar segunda, por enésima vez.

Quien tampoco quiso bromas fue Kipketer. Pasó los 400 metros en 50.25 segundos y tomó el mando de las operaciones antes de los 500. Había mucha gente importante en la carrera, ex compatriotas kenianos, sobre todo, encabezados por Japhet Kimutai, y el surafricano Sepeng, el rival más difícil, subcampeón mundial ya en Sevilla. Kipketer puso su turbo particular en marcha y aunque al final, 1.44.03, fue algo agobiado por Kimutai, el triunfo fue mucho más claro que en los Mundiales, donde no había nadie relajado, como ayer.

El mejor ejemplo de la relajación se evidenció en Berlín, sobre todo, en la velocidad, donde ya nadie se jugaba tanto dinero. El canadiense Bruny Surin, subcampeón en Sevilla, ganó unos 100 metros sin más figuras, con 10.07. Maurice Greene prefirió correr los 200 y se impuso con unos modestos 20.22. Al menos, ganó, porque la también estadounidense Inger Miller sólo fue tercera, con 22.62, tras las dos velocistas de Bahamas, Debbie Ferguson, 22.55 (este año, 22.19) y Sevatheda Fynes, 22.58. Miller ganó en Sevilla, en ausencia de Marion Jones, bajando de 22.

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