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EL JUICIO DEL 'CASO BANESTO'

Ortega y Tamames estiman que Pérez Escolar es acusado en operaciones que no son delictivas

Los economistas Gerardo Ortega y Ramón Tamames, últimos dos peritos propuestos por la defensa del acusado Rafael Pérez Escolar, declararon ayer que las operaciones en las que su cliente es acusado han sido "operaciones racionales desde el punto de vista económico", negaron cualquier contenido fraudulento de las mismas y, por tanto, defendieron de hecho a todos los acusados que son imputados en Centro Comercial Concha Espina, Oil Dor, Carburos Metálicos y artificios contables, apartados sobre los que habían emitido cinco informes que ratificaron ayer.

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Todo comenzó con un informe para Mario Conde en 1994

Gerardo Ortega, decano del Colegio de Economistas de Madrid, y el profesor Ramón Tamames, realizaron cinco informes sobre diferentes capítulos en los que el ex consejero de Banesto y ex miembro de la comisión ejecutiva de la Corporación Industrial Banesto es acusado. En dichos trabajos, ambos, juntos y por separado, han concluído que las operaciones por las que se acusa a Pérez Escolar -y a otros acusados, como Mario Conde, Arturo Romaní, Jacques Hachuel, Fernando Garro, Juan Belloso, Enrique Lasarte y Ramiro Nuñez- carecen de contenido delictivo, habida cuenta que poseían, todas, "racionalidad económica".Tanto Ortega como Tamames ratificaron ayer sus informes. En sus respuestas, tanto a Jesús Castrillo, letrado de Pérez Escolar, como al fiscal Javier Sánchez Junco, y a otros abogados de la acusación, ambos peritos se concentraron en la valoración de dos inversiones de la Corporación Banesto (Centro Comercial Concha Espina y Oil Dor) y manifestaron que los precios pagados por el banco al entrar como socio, en 1991 y 1992, respectivamente, eran los correctos.

El interrogatorio se centró en esas valoraciones y en las razones que pudieron llevar a que Banesto pagase, en el caso de Oil Dor, 300.000 pesetas por un título que empresas de Pérez Escolar y sociedades instrumentales vinculadas a Árturo Romaní y Mario Conde, como Montilsa, pagaron días antes a 10.000 pesetas. Los economistas dijeron que Banesto había pagado una prima por la "idea" aportada en el proyecto de red de gasolineras a los socios que le vendieron su participación. En el caso de Pérez Escolar, sus empresas familiares. El fiscal preguntó qué explicación tenía que una sociedad como Montilsa, que sólo había entrado a formar parte del accionariado días antes, cobrara 300.000 pesetas por un título que pagó 10.000 pesetas. "No lo sé. No conozco el caso de esta sociedad", respondió Ortega. "No lo hemos estudiado".

Tamames defendió las valoraciones del proyecto Oil Dor, citó los dos informes que sirvieron de base a la inversión, y mencionó a Francisco González, actual presidente de Argentaria, quien presidía la empresa FGInversiones Bursátiles, que realizó uno de los dos informes citados. El economista comparó el proyecto Oil Dor con las altas cotizaciones que experimentan en Bolsa, en Estados Unidos, las compañías vinculadas a Internet. Tamames dijo que la idea de crear una red de gasolineras, al romperse en España el monopolio de la distribución, era una "idea acertada". Los dos peritos dijeron que los malos resultados de Oil Dor se debieron a una "sentencia de muerte" que firmaron los nuevos administradores de Banesto el 28 de diciembre de 1993 al decidir, ese mismo día, reducir el número de gasolineras. Cuando se le hizo ver que habían sido los mismos consejeros que llevaban años en Oil Dor quienes ante las pérdidas decidieron adoptar las citadas medidas de ajuste, Tamames dijo que ello obedecía "a instrucciones del nuevo presidente de Banesto", en referencia a Álfredo Sáenz.

Al abordar la llamada Operación Carburos, ambos dijeron que los 1.344 millones de pesetas que la multinacional Air Products pagó en abril de 1990 tenían como destinatario a Jacques Hachuel y su sociedad Mariella Real Estate Holding Establishment. y, a preguntas del letrado Castrillo, ratificaron que Air Products no había contabilizado en sus libros la opción al 5,9% del capital de Carburos Metálicos, razón por la que, en efecto, dice haber pagado los 1.344 millones de pesetas desivados a Suiza.

Asiento contable

Sin embargo, contra lo que afirmaron ayer Ortega y Tamames, inducidos por el letrado Castrillo, el asiento contable, procedente de los libros de Air Products, da cuenta de que la opción a 672.000 acciones de Carburos Metálicos tiene un contravalor es el de 1.-344 millones de pesetas o 2.000 pesetas por título. Y según admitieron incluso los peritos del Colegio de Economistas (Díez Fuentes, Cañibano y Garrido), la multinacional consideró el pago como mayor precio de las acciones de Carburos.

Ortega y Tamames, para terminar, expresaron sus dudas sobre el agujero de Banesto. Ortega dijo que aún así no podía decir que las cuentas de Banesto en 1993, confeccionada por los nuevos administradores, no reflejaban la imagen fiel de la entidad. "Tengo mis dudas. Pero una cosa es tener dudas y otra afirmar que no son la imagen fiel", dijo.

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