Londres y Buenos Aires firman un acuerdo que permitirá a los argentinos volver a las Malvinas
Las delegaciones de los Gobiernos de Argentina y Reino Unido acordaron ayer, en Londres, permitir el ingreso, con el único requisito del pasaporte, de ciudadanos argentinos a las islas Malvinas, cuya soberanía reclaman ambos países y por la que libraron una guerra de 74 días entre abril y junio de 1982. Desde el fin del conflicto los argentinos tenían que solicitar un visado para entrar en las islas. El acuerdo también apoya la reanudación de los vuelos comerciales entre Chile y las Malvinas, situadas a 741 kilómetros del territorio continental argentino, que habían sido suspendidos en marzo. La compañía aérea Lan Chile interrumpió el servicio a petición del Ejecutivo chileno que protestaba a a su vez por la detención en Londres del ex general Augusto Pinochet, acusado de torturas, genocidio y violaciones a los derechos humanos.
La declaración conjunta de los ministros de Exteriores argentino y británico, Guido di Tella y Robin Cook, autoriza la visita de argentinos que lleguen "por aire o por mar". Chile había puesto como condición que Argentina llegara primero a un acuerdo con Londres antes de autorizar la reanudación de los vuelos.
Tras el anuncio del acuerdo en Buenos Aires, considerado "histórico" el presidente argentino, Carlos Menem, aseguró que el 16 de octubre -fecha en que se reanudará el servicio aéreo-, su hija Zulema "será la primera en viajar a las islas Malvinas" y que la prioridad en ese vuelo "será para los familiares de los soldados muertos en la guerra".
Los dos países se comprometiron también a incrementar la cooperación en el control de la pesca en el Atlántico sur y a trabajar para "evaluar la factibilidad y el coste" de la retirada de las minas terrestres en las Malvinas. En el cementerio argentino de las islas se construirá un monumento a los miembros de las Fuerzas Armadas muertos en la guerra.
Menem ofreció el resultado de la llamada "política de reconciliación", que se inició con su también viaje a Londres en octubre del pasado año como un goleador que ofrece la victoria de su equipo: "Éste es uno de los grandes logros de mi Gobierno y como presidente se lo dedico al pueblo argentino".
Cuando le preguntaron sobre la necesidad de utilizar pasaporte para visitar un territorio que se reclama como argentino, Menem reconoció el estado de las cosas: "Les quiero reiterar que el objetivo final es la soberanía y por ahora, nos guste o no -y a mí no me gusta-, la soberanía la ejerce el Reino Unido".
En el comunicado que difundió ayer, el gobierno de las islas admite que la visita de los argentinos es algo difícil de aceptar, pero reconoce que era "un paso necesario para mantener el apoyo del público y del Parlamento británico".
