Orefici declara que supo que el Estado ayudaría a Intelhorce antes de comprarla
El empresario italiano Giovanni Orefici, principal acusado del caso Intelhorce, reconoció ayer que supo que el Estado iba a inyectar capital en la textil antes de comprarla. Orefici, que ha pasado las tres últimas sesiones del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Málaga respondiendo a las preguntas del fiscal, añadió que la familia Benetton, propietaria de la franquicia del mismo nombre, "estaba al tanto de la operación y la aprobaba". El empresario italiano confesó que en parte se decidió a comprar la textil porque sabía que el Estado le iba a conceder una ayuda de 5.869 millones de pesetas, pero también señaló que el Estado conocía su situación financiera en el momento de comprar la fábrica. "Les convenció el plan de viabilidad que presenté", dijo. También dijo que la familia Benetton se había mostrado interesada en participar "en un futuro" en el accionariado de la fábrica, y en encargarle "algunas manufacturas, como ropa de casa para una línea que pensaban crear, o tejidos para confeccionar algunas prendas". Pero finalmente, según dijo, lo que hizo la familia fue presionarlo para que saldara la deuda de casi 300 millones de pesetas que Orefici mantenía con ella en ese momento. "Yo pagué mis deudas con Benetton con dinero de Intelhorce porque al fin y al cabo Intelhorce era una de mis propiedades, igual que saldé otras deudas vendiendo las tiendas que poseía en Canarias", explicó. Giovanni Orefici se enfrenta a una petición de 33 años de cárcel por ocho delitos -estafa, apropiación indebida, simulación de contrato, delito contra la libertad y seguridad del trabajo, delito societario y delito fiscal-. En las próximas sesiones del juicio será interrogado por las partes.
