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El alcalde inaugura su séptimo túnel y promete cuatro más si gana los comicios

Antonio Jiménez Barca

Madrid cuenta desde ayer con un nuevo túnel en servicio. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, del PP, inauguró ayer el paso subterráneo de la calle de O"Donnell, consolidando una de las señas de identidad de su gobierno: los túneles. Con el paso inferior que cruza la calle del Doctor Esquerdo son ya siete los que Álvarez del Manzano ha conseguido estrenar en ocho años de mandato.A las once de la mañana, el primer coche atravesó el paso inferior, conocido por retúnel, porque discurre por debajo del subterráneo que existe en la calle del Doctor Esquerdo.

La política perforadora del PP va a continuar si los madrileños otorgan la mayoría absoluta a la candidatura de Álvarez del Manzano el próximo 13 de junio. El alcalde tiene preparados y prometidos otros cuatro túneles para los próximos cuatro años: en Cuatro Caminos y en Santa María de la Cabeza (se construirán para sustituir los pasos elevados, que se derribarán), en María de Molina y en el paseo del Prado.

El alcalde cortó la cinta de su primer túnel en 1994: los 370 metros del subterráneo de la cuesta de San Vicente, en el distrito de Moncloa. Desde entonces, los nuevos pasos inferiores se han repartido por todas las esquinas de la ciudad: en Alfonso XIII, inaugurado en 1995; en Conde de Casal, abierto en 1995; el de la avenida de Costa Rica, que lleva en marcha desde 1995; el de la calle de Bailén, en servicio desde 1997, y el de Ríos Rosas, que empezó a funcionar en la primavera del año pasado. En total, y sumando los 936 millones de pesetas que ha costado el nuevo paso inferior de O"Donnell, el equipo de gobierno del alcalde, en las dos legislaturas, se ha gastado cerca de 13.500 millones de pesetas en túneles (incluidos los aparcamientos anexos). Con la excepción del túnel de la calle de Bailén, cuyo principal objetivo era el de despejar la plaza de Oriente y abrir todo ese espacio histórico a los peatones, el resto de pasos inferiores han sido construidos por una razón exclusiva: agilizar la circulación de una ciudad cada vez más atosigada de vehículos.

Ésta es la intención también del retúnel de O"Donnell, que salva una intersección especialmente delicada (y atestada de vehículos): la formada por la calle de O"Donnell y la del Doctor Esquerdo. También servirá para reducir el número de coches que pasarán por el futuro paso inferior de María de Molina, que salvaría la intersección de esta calle con Francisco Silvela, punto por lo general constantemente atragantado de coches, según los cálculos del PP.

La oposición municipal (PSOE e IU) ha criticado durante ocho años "la manía perforadora de este alcalde topo" y le ha exigido "más obras para las personas y menos para los coches".

El nuevo túnel de salida de la calle de O'Donnell absorberá 4.000 coches a la hora

El nuevo túnel cuenta con dos carriles pero sólo un sentido: el de salida, que discurre desde el centro de la ciudad hacia la M-30 y la M-40. Ayer por la tarde, muchos automovilistas que se dirigían al centro por la calle de O"Donnell se encontraban atascados y protestaban alegando que el nuevo paso inferior debía tener también sentido de entrada a la ciudad. "Eso no serviría de nada y no evitaría el atasco que se forma a la hora de entrar a la capital por esta zona", argumentó ayer el director de Servicios del Ayuntamiento, Fernando Catalá, responable técnico del retúnel. "Y no serviría porque los que entraran desde la M-30 o M-40 atravesarían bajo tierra la calle de doctor Esquerdo, y hasta ahí muy bien, pero ¿qué pasaría en el primer semáforo de O"Donnell? Se quedarían clavados. Sólo conseguiríamos mover el atasco, no solucionarlo".Para Catalá, sin embargo, que el túnel tenga sólo sentido de salida proporciona soluciones al atasco ya que se enlaza directamente la calle de O"Donnell con la M-30 y la M-40 sin semáforos. "De esta forma, este túnel, que puede absorber 4.000 coches a la hora, servirá como desagüe de coches a las horas punta: a las dos y media y a las siete y media de la tarde", concluyó Catalá.

Otra de las características del nuevo paso inferior es la peculiar colocación. Está situado debajo del túnel de Doctor Esquerdo y encima del pasillo subterráneo de la línea círcular de metro. La floritura técnica ha consistido en enhebrar el retúnel entre las dos infraestructuras. La constructora ha empleado un año en ese trabajo. "Hemos tenido mucho cuidado para no dañar las canalizaciones o las galerías de servicio, y todo esto sin que el atasco que se montaba por las obras fuera monumental a todas las horas", señala Catalá.

El retúnel surgió de la cartera de proyectos del ex concejal de Obras Enrique Villoria, que dimitió en marzo tras conocerse que simultaneaba sus cargos públicos con sus negocios privados en una empresa de distribución de alimentos. Villoria, que estuvo al frente de las infraestructuras municipales durante ocho años, fue un ferviente defensor y estimulador de los pasos inferiores para mejorar la circulación. A pesar de esto, y de que el retúnel está considerado como una de sus obras más emblemáticas, Villoria no acudió a la inauguración. El subterráneo, que mide 500 metros, de los que 289 discurren bajo techo, ha sido construido por las empresas Corsan y Rodio. Con la obra también se han mejorado los enlaces entre la calle de O"Donnell y la de Alcalde Sainz de Baranda.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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