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Batalla y Gimeno llegan a un acuerdo para la polémica urbanización del campo de golf de Benicàssim

María Fabra

Los grupos Batalla y Gimeno han alcanzado un acuerdo para la urbanización del llamado Cuadro de Santiago de Benicàssim, en el que se prevé la construcción de un campo de golf y una gran urbanización con hoteles y locales comerciales que, en el futuro, abarcarán un total de más de dos millones de metros cuadrados. "Este acuerdo ha sido posible gracias a la mediación del presidente de la diputación, Carlos Fabra". Así decía el escrito enviado a primera hora de la tarde de ayer, procedente de la institución provincial, donde se realizó el anuncio oficial, sin que ningún representante del Ayuntamiento de Benicàssim estuviera presente. Apenas dos horas antes había acabado el plazo para la presentación de pruebas de la recusación formulada contra el alcalde de la localidad, Alejandro García (PP), por "amistad íntima" con uno de los promotores, Batalla. Sin embargo, a esa hora, la recusación fue retirada tras la firma del principio de acuerdo alcanzado. La Agrupación de Interés Urbanístico (AIU), colectivo que había presentado la recusación y que concentra al 64% de los propietarios del terreno afectado, había conseguido arrancar la base para el consenso del desarrollo de la zona. La firma del documento se realizó por parte de representantes de ambas empresas, así como del colectivo de propietarios agrupados. El mismo incluye modificaciones en el planeamiento de dos de los tres sectores a desarrollar, la fijación de plazos para la urbanización del suelo (lo primero que se ejecutará será el campo de golf), el mantenimiento de los precios de compra para aquellos propietarios que quieran vender su terreno y el estudio para incluir a Batalla en un convenio urbanístico firmado entre el grupo Gimeno y la AIU. Así, en el desarrollo de la zona participarán tanto las dos empresas como los propietarios, con el compromiso de que el suelo será ofertado de una manera paulatina. La urbanización del Cuadro de Santiago ha provocado una de las mayores polémicas de la citada localidad costera de Castellón. Los integrantes de las dos grandes empresas urbanizadoras-constructoras de Castellón, Batalla y Gimeno, han protagonizado una guerra sin tregua. Tras presentar sus propuestas de urbanización, se produjo una demora en la toma de cualquier tipo de decisión que hacía prever el aplazamiento de su aprobación hasta la próxima legislatura. Sin embargo, empezaron las prisas entre los miembros del PP en el equipo de gobierno y se utilizó una maniobra legal para aprobar, en comisión de Urbanismo y con los votos del PSPV, la propuesta de Batalla. Esta votación estuvo precedida, además, por la desautorización del voto de uno de los populares, que se mostró favorable a la oferta de los Gimeno. Carlos Fabra limitó ayer la polémica al "desencuentro entre las empresas y los propietarios del terreno" y presentó el acuerdo como algo "absolutamente necesario". Además, aseguró que, pese a que la propuesta se ha de perfilar "se aprobará en esta legislatura".

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