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Una estudiante española sobrevivió a la matanza del instituto de Denver

Bill Clinton desplegará 2.000 policías en las escuelas de 336 comunidades de EE UU

Una gaditana de 17 años, Maria Eugenia Martín Torrejón, sobrevivió a la matanza del Instituto Columbine de Denver (Colorado, EE UU) el martes. Según contó ayer su padre a EL PAÍS, Maria Eugenia, nada más comenzar las, escenas de pánico, se refugió en un anexo del gimnasio con un grupo de compañeras, aunque un chico armado las persiguió e hizo fuego contra la cerradura. La joven, según su familia, está mal anímicamente, pero es posible que se quede hasta fin de curso en Littleton "por que tiene fuertes lazos de amistad".

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María Eugenia, natural de San Fernando (Cádiz), lleva en el Instituto Colombine desde el pasado agosto para terminar BUP y perfeccionar su inglés.

Tras la matanza, María Eugenia llamó a casa y previno a los suyos de las imágenes que iban a ver por televisión. Llegó al acuerdo con su padre, Manuel Martín Romero, ex concejal de Urbanismo de San Fernando, de tranquilizar a sus amistades en esa localidad contando su experiencia a medios locales, como la cadena de periódicos de la que forman parte Información San Fernando, Información Cádiz e Información Jerez.

"Nada más ocurrir todo estaba excitada y hablaba", dijo ayer Manuel Martín a este periódico, "pero ahora se encuentra mal, la tragedia se le ha venido encima de golpe y está muy cerrada. Menos mal que tiene amigos de verdad allí".

El padre de María Eugenia indicó que ella y "siete u ocho amigas y dos profesores" fueron perseguidos por un chico que les disparaba. Lograron esconderse en un anexo del gimnasio del instituto y cerrar la puerta con llave. Uno de los profesores les gritó que el pasillo estaba lleno de cadáveres y de heridos. El perseguidor disparó entonces contra la cerradura. María Eugenia aseguró a su familia que ese individuo armado no era ni Dylan Klebod ni Eric Harris, los dos chicos que se suicidaron tras perpetrar, supuestamente, la matanza.

Manuel Martín relató que su hija le había contado que conocía a ambos, y que nunca había tenido la sensación de que fueran a hacer algo así, aunque recuerda perfectamente que vestían con ropa decorada con motivos de estética nazi.

Hace poco, recuerda el padre que le contó su hija, mientras María Eugenia escribía una carta, Dylan puso unas palabras de saludo, "nada especial", en una esquina del papel. A María Eugenia, según su padre, le pareció que Dylan "era buena gente", en absoluto capaz de matar.

La joven contó a los suyos que peor lo había pasado la hija de la familia con la que vive en Littleton, los Markert, que estaba en la cafetería donde empezó el tiroteo. María Eugenia la llama "mi hermana", y contó que la chica consiguió encerrarse en un aula de ciencias cercana. De otro amigo, llamado Richard, refirió que se ha quedado "como un vegetal" a consecuencia de los disparos recibidos. María Eugenia relató a su familia que, durante el tiroteo, hizo de tripas corazón y, abrazándose a otra amiga que estaba aterrorizada, corrieron hacia las tanquetas de la policía que rodeaban el instituto. "Nos dijo", dice su padre, "que tras cada árbol había un policía con un arma apuntando".

El presidente de EE UU, Bill Clinton, quiso ayer aliviar a gol pe de talonario el dolor por la tragedia del instituto Columbine de Littleton (Denver), donde 12 alumnos y un profesor murieron el lunes tiroteados por otros dos estudiantes, que luego se suicidaron; Clinton anunció un fondo de 225 millones de pesetas para ayudar a los familiares de las víctimas. El Departamento de Justicia dedicará 10.000 millones para desplegar 600 agentes de policía —2.000 antes de fin de año— en las escuelas de 336 comunidades de todo el país.

Otros incidentes

Al menos en otras ocho escuelas de Colorado y del resto de EE UU ha habido en los últimos dos días falsas amenazas y bromas de quinceañeros queriendo emular lo ocurrido en Littleton. No fue, sin embargo, una simple amenaza lo ocurrido en una escuela de Center Point (Texas). Tres jóvenes detonaron varios artefactos explosivos, fabricados con instrucciones disponibles en Internet, y causaron heridas leves a tres personas y ligeros daños en el edificio. Fue el 10 de abril, pero ha trascendido ahora. Los jóvenes fueron detenidos. La policía encontró hasta nueve artefactos explosivos en el centro.

Asimismo, el jueves fueron detenidos en Houston (Texas) dos alumnos de un instituto que amenazaron a sus compañeros con una pistola y con una falsa bomba. Pero la psicosis por el suceso de Denver ha llegado también a los políticos. En los estados de Michigan, Colorado y Florida han sido aplazados debates parlamentarios destinados a facilitar a los ciudadanos la posesión de armas cortas y a restringir a los Estados la puesta en marcha de acciones legales contra los fabricantes de armas. El Gobierno federal, por su parte, se ha comprometido a enviar al Congreso en los próximos 15 días proyectos de ley destinados a limitar la posesión de armas.

En California, sin embargo, la asamblea del Estado ha aprobado un proyecto de ley que restringe a sus habitantes la compra de armas: sólo podrán adquirir un arma corta al mes.

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