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Bono: "El tren de alta velocidad no lo para nada ni tiene marcha atrás"

Los presidentes de las comunidades de Madrid, Valencia y Castilla-La Mancha actuarán "como una piña" ante el Ministerio de Fomento para impulsar la construcción del tren de alta velocidad que unirá las tres regiones. La Administración central, que tendría a su cargo la mitad de la financiación, todavía no se ha pronunciado sobre esta iniciativa. Y pese a que el trazado de la red ferroviaria aún no está definido, ya se ha fijado el inicio de la obra para el año 2000, según el protocolo firmado ayer.

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Con la firma de un compromiso escrito de cooperación entre las tres comunidades, el socialista José Bono, de Castilla-La Mancha (1.716.152 habitantes), ayer se subió a bordo del AVE para impulsar el desarrollo de esta infraestructura, pero su Gobierno no asume ninguna parte de la financiación de la red que unirá Madrid con Valencia, a una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora. El AVE "no lo para nada ni tiene marcha atrás" para Bono, es "irreversible" para Alberto Ruiz-Gallardón (Madrid, 5.091.336 habitantes) y es viable desde el punto de vista financiero, pues "el dinero no será un problema", según Eduardo Zaplana (Valencia, 4.023.441 habitantes). La línea ferroviaria costaría 400.000 millones de pesetas. Según los planes de Madrid y Valencia, Fomento se hará cargo de la mitad (cifra que estaba dispuesto a invertir para un enlace ferroviario de velocidad alta, a 220 kilómetros por hora) y el resto se dividirá entre ambas comunidades si no aparecen inversores privados, tal como se comprometieron en noviembre pasado. Zaplana reconoció ayer que Fomento pondrá la parte más importante de la financiación y, "por lo tanto, tiene la decisión final", aunque destacó que hubo experiencias donde la falta de entendimiento de las administraciones ha perjudicado los intereses de los ciudadanos. "Esto no pasará con nosotros", indicó. En relación con las paradas intermedias del tren, Bono dijo que "dos son convenientes", aunque no anticipó ninguna, porque se ha fijado septiembre para dar a conocer el trazado de forma "conjunta y consensuada", apuntó. El protocolo firmado ayer, primero en Valencia y luego en Madrid, trajo cola. La organización Ecologistas en Acción, que agrupa a unas 300 entidades españolas, rechazó la construcción de la red por el "impacto ambiental" que significará esta obra, al defender el uso del ferrocarril convencional por ser "más ecológico y más económico". El objetivo es que el AVE una Madrid con Valencia en una hora y veinte minutos. Actualmente se tarda una media de tres horas y cuarenta y tres minutos, de acuerdo con datos de Renfe. La importancia de esta obra es que Valencia es el punto costero más cercano a la capital y es además la cuarta región en habitantes de España. Fomento tiene ahora la última palabra para hacer realidad esta obra. Aunque tres presidentes, que representan a 10 millones de ciudadanos, se han puesto de acuerdo para imponer su proyecto al ministerio.

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