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MEDIO AMBIENTE

Tres años de protestas diarias en Nerva contra un vertedero

Alejandro Bolaños

No hay convocatoria, todo el pueblo sabe que un grupo de vecinos se concentrará esta tarde en la plaza que conocen por "la farola" y, alrededor de las 20.00 horas, unas 200 personas empezarán una manifestación que llevan repitiendo los últimos 1.129 días. Hasta el 28 de junio del año pasado pedían que el depósito de residuos tóxicos y peligrosos proyectado en Nerva (Huelva) no entrara en funcionamiento. Desde entonces (fecha de apertura), reclaman a grito pelado su cierre."En estos cuatro años hemos dado un paso gigante hacia atrás", sostiene Elvira Alcázar, la portavoz de la Plataforma Anti-vertedero. Este movimiento vecinal, en el que también se integra Ecologistas en Acción, exigía al alcalde, José Villalba (PSOE), la convocatoria de un referéndum para que "el pueblo decidiera". "Gobernar ya es tomar decisiones", dice el alcalde para explicar su rechazo a la consulta, y subraya que su partido "ha ganado las tres últimas elecciones municipales con mayoría absoluta".

Cortes de tráfico, huelgas de hambre puntuales o encierros en el Ayuntamiento han sido otras muestras de rechazo que en algunos casos se han convertido en actos violentos: en febrero de 1997 estallaron dos pequeñas bombas caseras en las viviendas del alcalde y un edil socialista. La plataforma se desmarca de lo que el alcalde califica como "algo más que vandálico".

Cercanía al pueblo

El depósito está gestionado por CMA, una empresa que ha invertido 2.500 millones de pesetas en la construcción del vertedero en el que quiere almacenar 1.400.000 toneladas de residuos tóxicos y peligrosos y 3.500.000 toneladas de residuos inertes (tratados para rebajar su carga tóxica). La plataforma se opone a la instalación por su cercanía al pueblo (unos dos kilómetros), y porque consideran que no es absolutamente imper-meable y que la mezcla podría causar reacciones químicas imprevisibles.El gerente de CMA, Santiago Ortiz, sale al paso y recuerda que la Confederación Hidrográfica del Guadiana avaló la impermeabilidad de la instalación, que se rechazan los materiales radiactivos, inflamables o que puedan reaccionar al mezclarse con agua y que los residuos se almacenan en "compartimentos estancos".

El tiempo transcurrido, las multas y la apertura del depósito han reducido la fuerza de la protesta, aunque el alcalde denuncia que "han seguido pintando fachadas de casas de concejales y llenan las calles de pasquines con insultos". La plataforma pedirá el voto en la próximas municipales (en junio) para aquellos partidos que "digan que hay que dar el cerrojo al vertedero". Villalba recuerda las compensaciones económicas (la Junta andaluza ha aprobado un plan de 3.200 millones para actuaciones de regeneración ambiental). "Gobierno un pueblo con un 52% de la población activa en paro", recuerda.

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