_
_
_
_
_
Entrevista:

"En Madrid siempre hay cosas que hacer, aunque sea en lunes"

El triunfo del grupo donostiarra La Oreja de Van Gogh corrobora que el pop no es una ciencia exacta. Si están de moda los grupos de rock, triunfa un cantautor; y si éstos se ponen de moda, llega al éxito un grupo. Nadie entiende nada, afortunadamente, y ha dejado de ser verdad -si alguna vez lo fue- el tópico de que, con una buena campaña de mercadotecnia detrás, cualquiera es capaz de triunfar. Para llegar al reconocimiento popular, lo primero es tener canciones que sirvan a la gente para algo. Las de La Oreja de Van Gogh han sabido encontrar su camino con una promoción iniciada en el boca a boca, y Amaia Montero, su cantante, es muy responsable de ello. Ni posee una gran voz ni una imagen de esas que quitan el hipo. Canta a las cosas cotidianas y no adopta poses tremendistas sobre solidaridades lejanas ni batallas perdidas. A sus 22 años, esta chica corriente, nacida en Irún, ha convertido a La Oreja de Van Gogh en uno de los fenómenos populares más importantes del fin del milenio en España. Dile al sol, su estreno discográfico, está a punto de alcanzar la cifra mágica de medio millón de copias vendidas.Pregunta. ¿Pensaba usted que iban a llegar a tanto en tan poco tiempo?

Respuesta. Para nada. Nuestra aspiración hace un año era sólo grabar. Conseguirlo para nosotros ya fue el summum. Lo que ha venido detrás es increíble, pero queremos seguir con los pies en la tierra.

P. Se dice de ustedes que no aportan nada a la música y que sus canciones son muy normalitas.

R. Me da rabia que digan esas cosas, porque ponemos cada uno lo mejor de nosotros en cada cosa que hacemos.

P. ¿Y a qué se debe su exitazo?

R. Seguramente sea por eso. No engañamos a nadie, somos lo que cantamos. Hemos tenido suerte y las canciones han gustado; además hemos salido en el momento adecuado: cuando había pocos grupos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

P. ¿Le gusta la pintura?

R. No especialmente. El nombre del grupo lo pusimos en una bar de San Sebastián una tarde que hablamos de Van Gogh. Habíamos actuado unas cuantas veces con nombres distintos y había que centrarnos en uno. Lo de Oreja se quedó por casualidad.

P. Madrid no es tan bonita como su ciudad.

R. No sé qué decirle. A mí, Madrid me parece preciosa, con un montón de encanto y una gente que transmite mucho, y no sólo en los conciertos, que es bestial. Ahora que he viajado más, me gusta más aún. Es el único lugar que conozco que siempre hay algo que hacer, aunque sea lunes..., y eso me atrae.

La Oreja de Van Gogh actúa el día 9 de abril en el Palacio de Deportes. 1.500 pesetas (500 con carnet joven). Venta anticipada en Caja Madrid, FNAC, Madrid Rock y Tiendas Tipo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_