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La malaria y el cólera reaparecen en el este de Europa por la mala calidad del agua

La primera Comisión Mundial del Agua para el Siglo XXI se constituye hoy en El Cairo

Enfermedades rebajadas a la categoría de anécdota en Occidente están rebrotando en el centro y el este de Europa por la mala calidad del agua: la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha detectado 750 casos de malaria en Turquía en el último año; otros tantos de hepatitis A en Letonia, y en Albania murieron 45 personas de cólera en 1994 después de beber agua en mal estado. La escasez del agua potable en todo el mundo ha llevado a que se constituya hoy en El Cairo la Comisión Mundial para el Agua en el Siglo XXI. El lunes se celebra el Día Mundial del Agua.

Ni siquiera los países más ricos entre los ricos se libran de las pésimas condiciones del agua: uno de cada siete europeos no dispone de agua limpia, y se han manifestado 70 brotes de hepatitis A y 45 de fiebre tifoidea en Europa y Asia Central. Sólo en Suecia se han producido 27.000 intoxicaciones en los últimos años a causa del agua. Por ello, en la Comisión del Agua están países como Estados Unidos, Japón, Dinamarca o Francia.El director de la sección de Medio Ambiente y Salud de la oficina europea de la OMS, Günter Klein, ha recordado que la situación puede agravarse: "Los cultivos intensivos, la industrialización desmedida y la sobreexplotación de los recursos naturales, impedirán el abastecimiento de agua potable en muchas regiones de Europa".

Protocolo europeo

Los gobiernos europeos han reaccionado: presentarán un protocolo para reducir el consumo de agua, durante la conferencia ministerial sobre Medio Ambiente y Salud que tendrá lugar en Londres entre el 16 y el 18 de junio. Los financieros también se han movido: el Banco Mundial lleva prestados, desde 1993, 16.000 millones de dólares (2.336.000 millones de pesetas) para más de 180 nuevos proyectos vinculados al agua en 80 países.

Si en Europa reaparecen enfermedades cuyos síntomas sólo recuerdan las abuelas con más memoria, en el resto del mundo el problema es mayor. Cerca de 500 millones de personas de 29 países sufren cada día carencia en el suministro de agua, si bien son 1.500 millones los que no tienen acceso a agua potable. Así lo recoge un informe de Naciones Unidas, que calcula que para el año 2025 alrededor de 1.000 millones de personas carecerán de agua.

La OMS afirma que todos los años mueren siete millones de personas por alguna enfermedad ligada al agua. ¿Por qué? Porque las lluvias están muy mal distribuidas: dos tercios de la población mundial viven en zonas que reciben una cuarta parte de las precipitaciones.

El estudio de la ONU sostiene que cada ocho segundos muere un niño por el agua y que la mitad de la población en los países occidentales sufre males relacionados con el agua. La cifra llega al 80% en los países en desarrollo. Y eso que, según el informe, el problema del agua se resolvería con 50 dólares (7.500 pesetas) por persona en el campo y 195 en la ciudad (29.000 pesetas).

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