Tony Blair propone su "tercera vía" como modelo para la Unión Europea
El primer ministro británico, Tony Blair, acaparó ayer la atención de los delegados al IV Congreso del Partido del Socialismo Europeo (PSE) con un discurso de corte casi electoral en el que puso la "tercera vía" de los laboristas británicos como modelo para los demás países de la Unión Europea (UE). El IV Congreso del PSE eligió al socialdemócrata alemán Rudolph Sharping como nuevo presidente.
Después de las intervenciones del lunes del primer ministro francés, Lionel Jospin, y del canciller alemán, Gerhard Schröder, Blair vino a aportar ayer la visión pragmática de los laboristas británicos, partidarios de una reforma económica radical que introduzca en la UE algunos de los parámetros de la economía de Estados Unidos, país al que mencionó ampliamente en su discurso el líder laborista. La intervención de Blair, quien recordó a los socios europeos el compromiso laborista con la UE -"acabamos de aprobar el esquema de nuestra incorporación al euro, cuando se den las circunstancias para que triunfe", señaló-, fue acogida con grandes ovaciones. Su discurso no contenía nada que no haya sido repetido hasta la saciedad por el primer ministro británico, pero en el contexto de este congreso de partidos socialistas y socialdemócratas, que se ha caracterizado por una inflación de teorías con escasas recetas prácticas, representaba un soplo de realismo. Blair habló de la necesidad de hacer frente al reto del desempleo, y ofreció como contraposición a la situación de la UE, con 15 millones de parados, los éxitos de la política laborista. "El euro es sólo una base para lograr estabilidad", dijo, "junto a él necesitamos reformas económicas que afronten los aspectos débiles de la economía europea". Una reforma que, dijo el líder laborista, no se opone a la justicia social.
El logro del salario mínimo
Para demostrarlo, Blair citó algunos de los logros de la política laborista en el Reino Unido, donde, finalmente, desde el 1 de abril se fijará un salario mínimo para los trabajadores. Donde, señaló el primer ministro, "se están introduciendo estructuras radicalmente nuevas en la remuneración del profesorado que ligan el salario a la calidad de la enseñanza impartida". Muchos de los "amigos socialistas" que escuchaban a Blair en el salón de la Feria de Milán, donde se celebró el congreso, están lejos de auspiciar semejantes iniciativas políticas, pese a ello, piensan, como el candidato socialista a la presidencia de Gobierno español, José Borrell, que "el futuro de la izquierda europea está en una síntesis de las ideas expuestas por Lionel Jospin, Gerhard Schröder y Tony Blair. O quizá sería mejor sustituir a Schröder por Oskar Lafontaine[ministro de Finanzas alemán]".
Borrell, que intervino en la sesión de ayer, reiteró la necesidad de abordar la cuestión del paro europeo, "porque una sociedad con 15 millones de parados no merece el nombre de sociedad". El tema del paro resurgió una vez más en la intervención del primer ministro italiano, Massimo D"Alema, que habló el último en su calidad de anfitrión. El congreso se cierra, sin embargo, con modestos resultados. Un manifiesto electoral con 21 puntos que abordan de forma general algunos de los problemas esenciales de los ciudadanos europeos, y un documento que se compromete a perseguir el pleno empleo, recurriendo a inversiones públicas en infraestructura europea y a préstamos delº Banco Central Europeo. El Congreso ha puesto de relieve también las diferentes sensibilidades que subsisten en una Unión Europea temerosa de perder operatividad ejecutiva a medida que se amplía el número de miembros.
Los delegados de los 20 partidos socialistas y socialdemócratas aprobaron también una moción que reclama un juicio justo para Abdalá Ocalan, líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), encarcelado en Turquía.
