Estrógenos e hipertensión
Diversos estudios empiezan a sugerir un papel protector de los estrógenos (principales hormonas sexuales femeninas) en la prevención o el retraso de la aparición de la enfermedad de Alzheimer.Según Román Alberca, jefe de neurología del hospital universitario Virgen del Rocío de Sevilla, algunos de estos trabajos empiezan a revelar que las mujeres posmenopáusicas sometidas a terapia hormonal sustitutiva tienen un riesgo sensiblemente menor que las que no reciben este tratamiento después de la menopausia.
"Necesitamos más trabajos de investigación y más tiempo", reconoce, "para abundar en esta teoría. Porque sabemos que los estrógenos son muy buenos también para prevenir las enfermedades cardiovasculares y la osteoporosis, pero no lo son tanto para la mama".
Alberca sostiene que la investigación está avanzando mucho más en el conocimiento de los factores genéticos que intervienen en la enfermedad que en el de los ambientales.
"Hasta ahora, con excepción de los traumatismos cerebrales", afirma Alberca, "no ha sido identificada ninguna otra relación causal. Sin embargo, sí conocemos la existencia de varios genes, localizados en los cromosomas 1, 14 y 21, implicados en la aparición de las formas hereditarias de Alzheimer".
Recientemente se está empezando a hablar de que la hipertensión arterial podría ser un factor de riesgo y algunos estudios epidemiológicos demuestran que la enfermedad aparece con más frecuencia en los hipertensos que en los normotensos. "Todavía no está confirmado", advierte Alberca, "pero podría ser cierto, del mismo modo que sí está aceptada la relación de la hipertensión con las demencias vasculares".
Aunque no existen medios para prevenir esta demencia, los expertos coinciden en afirmar que, como el cerebro es un órgano de una gran plasticidad, una vida intelectual y mentalmente activa favorece el sistema nervioso central y podría contribuir a retrasar su aparición.
