Ahora el miedo se llama inflación

El Ministro de Hacienda brasileño, Pedro Malan, a quien el Presidente Cardoso ha confirmado en su cargo tras haber pedido su destitución la oposición de izquierdas, tuvo ayer un desayuno de trabajo con William McDonough, presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Al final del encuentro, cuyos detalles se mantuvieron en secreto, Malan dijo que se trató de una reunión "muy productiva y constructiva" con varios de los grandes acreedores de Brasil. Entre los asistentes se contaba el presidente del banco de inversiones Merrill Lynch, David Komanski; el vice- presidente de Citibank, William Rhodes; el presidente de Bank Boston, Henrique Meirelles; y el conocido inversor George Soros.alan les informó de la situación de Brasil y afirmó al acabar la reunión que el principal problema ahora consiste en impedir que se dispare la inflación.

Esa preocupación hizo afirmar ayer a Claudio Considera, secretario de Asuntos Económicos brasileño, que no va a haber subidas de las tarifas eléctricas ni del precio de los combustibles o del pan. Añadió que la devaluación de más del 25% del real frente al dólar sólo supone un aumento del coste de la energía de un 3%, que puede ser absorbido mediante aumentos de productividad.

Por lo que se refiere al pan, la preocupación es que Brasil importa el 80% del trigo que consume. Ayer mismo se conoció que la venta de coches de importación ha bajado un 75%, al haber aumentado su precio un 12%.

Sin embargo, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal estadounidense, reafirmó ayer tarde su confianza en la economía de Brasil, que dijo que es muy diferente al caso de México y de otros paises. Greenspan subrayó que Brasil debe sanear su situación interés propio y para ayudar a contener la crisis mundial.