Muere a los 60 años Honorio Rancaño, uno de los artífices de la Mostra de València

Honorio Rancaño murió ayer en Valencia, a los 60 años, a causa de un cáncer de garganta que se le pronosticó hace siete meses. Hijo de exiliados por la dictadura franquista, casado y con dos hijas, Rancaño ha sido un referente básico en el panorama cinematográfico valenciano de los últimos 20 años. En 1980 se instaló en Valencia procedente de Barcelona, donde trabajó en la producción y distribución cinematográfica, para ocuparse de la secretaría técnica de un proyecto en el que volcó todo su entusiasmo: la Mostra de València-Cinema Mediterrani. Fue el alma mater del festival en su etapa más fecunda, la más fiel a su razón de ser y la de mayor repercusión, durante los 10 años consecutivos en que se encargó de seleccionar filmes y preparar ciclos. Su gran conocimiento del mundo del cine y sus contactos propiciaron la presencia de cineastas como Theo Angelopoulos, Julietta Massina, Ives Montand o Vitorio Gassman, entre otros. Rancaño estudió cine en Praga, Budapest y Cuba y participó activamente en la vida cultural barcelonesa de los años setenta. Tenía un carácter peculiar y una personalidad "entrañable". Esto último lo recordó ayer su amigo y ex concejal de Cultura, Vicent Garcés, quien le sugirió instalarse en Valencia. Hace unos años se embarcó en un nuevo proyecto, la productora Tijuana, responsable de la serie Cutlas. Además, preparaba el guión de su libro autobiográfico Mi padre. El entierro será mañana (12.30) en el cementerio de Valencia.