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La niebla del fin de semana en el aeropuerto obligó a cancelar más de 200 vuelos

La normalidad volvió lentamente ayer al aeropuerto de Barajas. La niebla, que desde el viernes por la mañana se había enseñoreado de las pistas, dejó una estela de más de 200 vuelos cancelados en tres días (43 de ellos el domingo). Unas 20.000 personas se vieron afectadas por las suspensiones. Por otra parte, un millar de vecinos de San Sebastián de los Reyes cortaron ayer la carretera de Burgos durante tres cuartos de hora para protestar contra el ruido de la tercera pista.

El domingo amaneció con esperanza en el aeropuerto madrileño, castigado desde primeras horas del viernes con espesas nubes bajas, que redujeron la operatividad al mínimo durante bastantes horas. La niebla comenzó a levantar sobre las 8.30. A mediodía, la visibilidad era de 1.500 metros, frente a los sólo 200 del sábado. Sin embargo, el despeje no pudo evitar la cancelación de 43 vuelos dominicales (25 salidas y 18 llegadas). Fue una herencia de las condiciones meteorológicas adversas de la víspera: la suspensión de la mayoría de los vuelos se debió a que los aviones no pudieron llegar la víspera a Madrid, por lo que no estaban disponibles ayer por la mañana. También hubo falta de tripulaciones, según una portavoz del recinto aeroportuario.Pese al aumento de la fluidez del tránsito, a las 18.00 de ayer el retraso medio de las operaciones (despegues y aterrizajes) era de 32 minutos. Una demora bastante inferior a la registrada el sábado (90 minutos) y que se debía, sobre todo, a la necesidad de absorber los retrasos anteriores, según la citada fuente.

Miles de afectados

La niebla, que obligó a cancelar más de 200 vuelos (84 correspondientes al viernes y 90 al sábado), dejó en tierra a unos 20.000 pasajeros en tres días. Esta estimación parte de que la ocupación media de las aeronaves que operan en el aeropuerto ronda el centenar de viajeros.Pese a que Barajas cuenta con un sistema de aterrizaje instrumental (ILS) que facilita la toma de tierra con visibilidad muy escasa, muy pocos aviones están adaptados para poder utilizar ese dispositivo. A ello se suma el que, cuando la visibilidad es reducida, las operaciones se espacian para aumentar la seguridad. En uno de los peores momentos, el viernes por la noche, sólo pudo operar el 8% de los aviones. Sin embargo, el aeropuerto no estuvo cerrado en ningún momento.

Por otra parte, alrededor de mil vecinos de San Sebastián de los Reyes cortaron ayer la carretera de Burgos (N-I), en ambos sentidos y durante casi tres cuartos de hora, para manifestarse contra los ruidos que provocan los aviones que despegan de la nueva pista de Barajas. La protesta ocasionó una caravana de coches de varios kilómetros desde las 12.30 hasta las 13.15 horas.

"Aviones, sí; ruidos, no"

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La marcha, organizada por la Plataforma contra el Ruido de Barajas de la localidad, comenzó a las 11.45. A esa hora, unas mil personas partían de la plaza del Ayuntamiento con pancartas en las que se leían lemas como "aviones, sí; ruidos, no". Los manifestantes alcanzaron la sede de Antena 3 Televisión y allí algunos de ellos incitaron a los demás a cortar la N-I y a no seguir la ruta por el campo como estaba prevista. Tras una pequeña discusión con la media docena de agentes locales que cubría el acto de protesta, los manifestantes tomaron el carril de salida de la carretera de Burgos en ese punto e invadieron parte de ella."Si no hacemos esto, no nos va a escuchar nadie y no podemos seguir viviendo como hasta ahora", comentaban algunos vecinos. Tras invadir el carril de entrada a Madrid, los manifestantes saltaron la mediana y tomaron el carril contrario ante la presencia de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.

La manifestación culminó en la urbanización La Granjilla, la zona residencial más afectada por el ruido de los aviones con la nueva pista. "Tenemos la fuerza de la razón. Soportamos unos ruidos que no están permitidos por la ley. Los aviones entrañan un peligro para nosotros, porque pasan a 250 metros de altura de nuestras casas", dijo a los congregados el portavoz vecinal, Rafael Erguezábal.

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