Angulo abre el cerrojo del Salamanca

Angulo fue el hombre del partido. Quien abrió, a última hora, un choque cerradísimo en el que el Salamanca se había defendido con todo. Y en el que el Valencia atacó con mucha tenacidad pero sin la claridad que le proporciona el ausente ayer Ilie. Pero estaba Angulo, ese chico para todo con un inusual instinto goleador (lleva cinco tantos). El Salamanca arriesgó muy poco y se quedó con nada. Merecidamente.Aunque antes el Valencia sudó tinta. Cierto que Mendieta comandaba el centro del campo; que Milla partía y repartía el juego a su antojo; que el Piojo ganaba por potencia a quien le echara una carrera; que Djukic cerraba la defensa sin despeinarse. Y, sin embargo, el Salamanca vivió con la tranquilidad que le daba la ausencia inesperada de Ilie, que se resintió de una lesión momentos antes del partido. Porque la falta de Ilie difumina al Valencia y se observa la dimensión verdadera de Claudio López, que pierde eficacia sin la clarividencia en los pases de su habitual compañero de ataque.

Se mascaba el empate, pero Ranieri abrió el campo: Mendieta a la derecha; Angulo a la izquierda. Y surtió efecto. El Valencia acosó a Stelea, que lo paró todo. Todo menos esa cabezazo de Angulo, que apareció por sorpresa para desarticular todo el entramado táctico de Russo. Sólo entonces se estiró, por única vez, el cuadro castellano: pero Cardetti, solo ante Cañizares, cruzó demasiado.