_
_
_
_
_

La mejor jugada de don Heraclio

El joven Heraclio Fournier aterrizó en Vitoria en 1868 en busca de una oportunidad para su taller de naipes. Si alguien le hubiera dicho entonces que su negocio iba a echar raíces durante 130 años y que crecería hasta convertirse en una de las principales señas de identidad de la ciudad seguro que se lo hubiese tomado con humor. Y, sin embargo, si Heraclio Fournier viviera aún, podría comprobar que aquel visionario tenía razón. En Vitoria se fabrican alas de aviones e incluso una prestigiosa multinacional va a construir su último modelo de furgoneta, pero son las cartas de la empresa Naipes Fournier las que han dado fama universal a la capital alavesa. La conmemoración del 130 aniversario de la fundación de la empresa sirve para comprobar que la complicidad entre la ciudad y Naipes Fournier se mantiene intacta. Sin saberlo, Heraclio Fournier hizo su mejor jugada trasladándose a Vitoria desde su Burgos natal. "Naipes Fournier es como una parte más de Vitoria, es un trocito muy importante de la ciudad porque desde siempre, desde los tiempos de don Heraclio Fournier, ha llevado el nombre de la ciudad por todo el mundo en un producto tan utilizado como son las barajas". Ésta es la impresión del jefe de mercadotecnia de la empresa, José Arellano. Su visión es compartida por los historiadores locales y por las autoridades, que incluso han destinado uno de sus palacios a museo de naipes. La simbiosis entre la ciudad y la empresa es total: Fournier ayuda a que el mundo sepa ubicar Vitoria en un mapa y Vitoria acepta a la empresa como su hija más querida. Heraclio Fournier, descendiente de una familia francesa afincada en España desde el siglo XVIII, fundó su modesto taller en la vitoriana plaza de España en 1868. En Burgos no había sitio para él y para su hermano, que también se dedicaba a la impresión. El negocio fue prosperando. Cuando falleció en 1916 el pequeño taller se había convertido en una floreciente industria. Fournier había abierto el camino pero una cuestión, en apariencia trivial, estuvo a punto de cortar la trayectoria: no tuvo hijos varones. Fue su nieto Félix Alfaro Fournier el que recogió el testigo el mismo año en que murió su abuelo. Y fue el nieto quien levantó el gran emporio de cartas que hoy es Naipes Fournier. En 1986 la empresa perdió su carácter familiar con la entrada en el accionariado de la multinacional americana USPCC. Siete años después Fournier acometió una reestructuración y dividió la empresa en dos: Naipes y Artes Gráficas. Es precisamente el segmento de Artes Gráficas quien se llevó la peor parte. Desde 1993 los conflictos laborales se suceden. Los trabajadores reclaman un plan de viabilidad a las gerencias de las dos empresas porque en realidad forman un sólo grupo. Mientras, Naipes Fournier se ha convertido en el principal productor de barajas de España. Copa el 90% del mercado nacional, cerró el pasado ejercicio con una facturación de 2.800 millones de pesetas y un incremento de ventas globales del 12,9% y produce 1.000 millones de cartas al año. La empresa abandonó su ubicación, cerca del corazón de la ciudad, hace cuatro años para trasladarse a un polígono industrial. Naipes Fournier celebra el 130 aniversario de su fundación y presencia en Vitoria con el reconocimiento de toda la ciudad. Durante estos días, la capital vasca es más naipesca que nunca. Se ofrecen conferencias sobre los beneficios que produce jugar a las cartas, hay una exposición sobre las colecciones internacionales de barajas más antiguas y el órdago a la grande: la fabricación de la baraja más monumental del mundo. Naipes Fournier ha logrado entrar en El libro Guinness de los récords con una baraja de 61 por 94 centímetros. Y a todo esto hay que añadir la existencia desde 1994 del Museo de Naipes (Cuchillería, 54). La Diputación de Álava rehabilitó una torre medieval para albergar las colecciones de cartas más importantes del mundo. La familia Fournier regaló sus joyas más preciosas al Museo y la Diputación compra cada año las barajas más curiosas que aparecen en el mercado. El nuevo director general de la empresa, Javier Arteche, se ha sorprendido por el afecto que desprende la ciudad hacia Fournier. "La empresa es una embajadora de la ciudad en el mundo. Fournier exporta a más de 50 países. Hay complicidad entre la ciudad y la compañía".

El poder de las cartas

Ni Internet, ni videojuegos: cartas. 600 años después de la aparición de la primera baraja española, los naipes han conseguido sobrevivir al avance de los juegos didácticos, electrónicos, la televisión o el ordenador. Y es que además de su aspecto lúdico, las cartas favorecen, según los expertos, el desarrollo de la agilidad mental. Varios especialistas del mundo de las cartas se reunieron la pasada semana en Vitoria con motivo de los actos conmemorativos del 130 aniversario de Naipes Fournier. Dos de estos expertos, Salvador Tena y Juan Agudo, coincidieron en que cuando no hay dinero de por medio, las cartas suponen una distracción sana de primer orden. "El naipe", explicó Tena, "es un objeto muy arraigado en la cultura del hombre. Une a familias y amigos alrededor de una mesa". Por otra parte, un total de 5.710 personas han visitado la exposición Los naipes en el mundo y en el tiempo, que permaneció abierta en Vitoria hasta el pasado 1 de noviembre.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_