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Fomento pide paciencia y estudia el desastre de la playa de Guardias Viejas

, La construcción de un espigón de defensa en la playa de Balerma, en el municipio almeriense de El Ejido, ha levantado las críticas de grupos políticos del pueblo, ya que otra de sus playas, la de Guardias Viejas, pierde metros de arenal a pasos agigantados. Según denunciaba el grupo socialista en El Ejido, el espigón construido favorece la regeneración de la playa de Balerma en detrimento de la de Guardias Viejas.

Esta playa está a varios kilómetros de distancia del espigón. La nueva construcción provocará un efecto barrera que impedirá las corrientes de arena de oeste a este. El director general de Costas, Miguel Ángel Castillo, ha asegurado que el único fin perseguido en la construcción del espigón ha sido no perder la arena que, sin el dique, se perdía. Asegura también que hay que esperar a que concluya el seguimiento que Costas está realizando sobre la evolución de esta franja litoral para actuar en la playa de Guardias Viejas. Para el coordinador del recién fundado grupo Ecologistas en Acción -formación integrada por 10 asociaciones almerienses para aunar esfuerzos- Francisco Toledano, la presencia del espigón en la playa de Balerma es simplemente "un factor más, pero no el único que impide la regeneración natural en la playa de Guardias Viejas". El portavoz ecologista advierte de los distintos factores que propician la erosión de los arenales en el litoral almeriense. La presencia del puerto deportivo en Almerimar (El Ejido), las extracciones puntuales de tierra en el río Adra o las construcciones de escolleras y espigones en la costa son, aisladamente, los factores que "impiden el traslado de limos y las corrientes de arena como mecanismo natural de regeneración de las playas", según Toledano. Desde la Administración central, sin embargo, se recalca que se está haciendo un seguimiento de cómo está evolucionando la playa. El director general de Costas, Miguel Ángel Castillo, asegura: "A la vista de lo que veamos que pasa, dentro de un espacio de tiempo oportuno, se podrán tomar las medidas necesarias para corregir este efecto negativo que produce el espigón". Miguel Ángel Castillo insiste en el hecho de que el motivo principal por el que la dirección general de Costas decidiera llevar a cabo la construcción del espigón ha sido debido al "sumidero parcial" existente en la Peña del Moro, paraje en el que se ha ubicado la escollera, donde un gran desnivel de superficie terrestre bajo el mar hacía que se perdiera la arena en las corrientes de poniente a levante.

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