_
_
_
_
_
Tribuna:ANTE LA CUMBRE IBEROAMERICANA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Siete países contra la libertad de prensa

Latinoamérica es la zona del mundo donde más periodistas mueren asesinados: diez de los 26 asesinados en 1997 lo fueron allí, donde en los nueve primeros meses año actual iban ya trece abatidos: seis, nos consta que por intentar ejercer su misión, y otros siete, por móviles todavía en investigación por Reporteros sin Fronteras (RsF). Siete países (Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Guatemala, México y Perú) son los más peligrosos para la libertad de informar en América Latina. Además de concentrarse en cinco de ellos las muertes violentas de periodistas (seis en Colombia, tres en Brasil, dos en Perú, uno en Guatemala y uno en México), entre los siete acumulan la gran mayoría de los atentados de todo tipo cometidos en los nueve primeros meses del año en Latinoamérica contra la prensa: seis periodistas encarcelados (cuatro en Cuba, dos en Perú), seis forzados a exiliarse ( tres de Guatemala, uno de Colombia, uno de Cuba y uno de Perú), cuatro detenidos, 13 secuestrados, 22 agredidos, 36 amenazados, 54 casos de presiones jurídicas, administrativas o económicas; 11 trabas al derecho a informar y amenazas de leyes restrictivas en cinco países.

Esa mezcla, explosiva (sic), de represión oficial y paralela (a cargo ésta de policías corruptos, militares amnistiados, guerrillas, narcotraficantes, mafias o matones a sueldo de caciques o políticos) parece tener por objetivo común acallar a los periodistas en sus denuncias de corrupción, violaciones de derechos humanos o abusos de poder. Y cuando se acalla a un periodista en el cumplimiento de su deber de informar se está conculcando el derecho de su pueblo a ser informado por una prensa libre, sin la cual no hay libertad ni desarrollo posibles.

Las situaciones en esos siete países entre el 1 de enero y el 30 de septiembre eran las siguientes:

ARGENTINA. El suicidio del empresario Alfredo Yabran, allegado al presidente Carlos Menem y presunto instigador del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas en enero de 1997, da un giro político a la larga instrucción del caso. Cuatro periodistas han sido agredidos por funcionarios o simpatizantes del Gobierno. Nueve, amenazados por exigir el esclarecimiento del caso Cabezas, denunciar asuntos de corrupción o desapariciones durante la dictadura. Varios medios han sido fuermente multados por "calumnias" o "perjuicio moral" al Jefe del Estado. La Asamblea Nacional y el Senado estudiarán proyectos de ley restrictivos.

BRASIL. Manoel Leal, director de A Regiao, fue asesinado el 14 de enero por tres matones, tras denunciar irregularidades administrativas, sin que se haya descubierto a los instigadores. Otros dos periodistas ( José Carlos Mesquita y Donizete Adauto) han muerto violentamente por motivos no precisados. La Sociedad Interamericana de Prensa denuncia un proyecto de elevación de las indemnizaciones por "perjuicio moral". Están en marcha restricciones a la ley de radiotelevisión para evitar supuestamente "la manipulación de la información" y se anuncia la instauración de un "control social".

COLOMBIA. Cuatro periodistas (Óscar García, José Abel Salazar, Nestor Carvajal y Bernabé Cortés) han sido asesinados en el ejercicio de su misión, y otros dos (Didier Aristizabal y Luz Amparo Jiménez) han muerto violentamente por motivos no esclarecidos. Cuarenta y siete periodistas han sido asesinados en los últimos diez años. Narcotraficantes, guerrilleros, grupos paramilitares o parapoliciales y sicarios de políticos corruptos se reparten la responsabilidad, generalmente impune. Diecisiete periodistas han sido agredidos, trece de ellos secuestrados. El cámara Richard Vélez se ha exiliado a EEUU por amenazas. El ministro de Defensa, Gilberto Echeverri, acusa a los corresponsales extranjeros de difundir imágenes negativas del país.

CUBA. Al margen de una decena de hojas diocesanas toleradas a raíz de la visita del Papa, sólo existe prensa oficial. Se sigue persiguiendo a los periodistas que intentan informar a través de agencias de prensa independientes. Cuatro sufren privación de libertad: Bernardo Arévalo, condenado a seis años de cárcel por "ultraje" a Fidel Castro; Lorenzo Paez, a 18 meses por "difamación" a la policía; Juan Antonio Sánchez, detenido desde el 10 de septiembre; Juan Carlos Recio, que cumple un año de "trabajo correccional" por atentar contra la "seguridad del Estado". Plácido Hernández se ha visto forzado a exiliarse, siguiendo las huellas de media docena que le precedieron los dos últimos dos años. Un periodista estuvo detenido, tres fueron agredidos, 12 amenazados u hostigados; se han puesto diversas trabas a la prensa internacional y dictado un decreto-ley sobre protección de la información oficial.

GUATEMALA. Antonio Castillo fue asesinado el 24 de junio, sin que hasta ahora se sepa el móvil. Amílcar Nuila salió ileso de un atentado mientras cubría el proceso contra militares por la matanza de once campesinos. Tres periodistas se han exiliado (Omar Cano, Axel Cocón y Vinicio Pacheco). Magaly Sánchez fue amenazada por un supuesto antiguo movimiento guerrillero. La Asociación de Periodistas denuncia represión económica e intimidación a la prensa.

MÉXICO. Once periodistas, que denunciaban generalmente corrupción, abusos de poder y connivencias políticas con el narcotráfico, han sido asesinados, y 125 agredidos desde diciembre de 1994. El 13 de febrero fue asesinado Luis Mario García, que venía escribiendo contra la corrupción policiaca. Un periodista ha sido detenido, tres amenazados de muerte y once agredidos por policías, funcionarios o matones a sueldo. Con 43 casos registrados por RsF, México ostenta el record latinoamericano de presiones jurídicas, administrativas, económicas y trabas informativas. La SIP denuncia un proyecto de ley que intentaría fiscalizar la información.

PERÚ. Siguen sin esclarecerse los móviles de los asesinatos, en abril, de Isabel Chumpitaz y su esposo, José Amaya, presentadores de radio, a manos de una docena de desconocidos. Siguen en prisión Hermes Rivera y Augusto Llosa, condenados a 20 y seis años de cárcel, respectivamente, por los arbitrarios y hoy disueltos tribunales antiterroristas "sin rostro". Dos periodistas han sido detenidos, dos agredidos y 11 amenazados. José Arrieta se exilió en enero a EEUU, para evitar ser detenido. Arrieta fue responsable de los reportajes televisivos en Cadena Latina sobre una red de escuchas telefónicas que le costaron el año pasado a su propietario, Baruch Iver, de origen judío, la nacionalidad peruana. Iver la ha recuperado, por intervención de la Comisión Interamericana de Derechos del Hombre, pero las autoridades peruanas alegan que son sus derechos de ciudadano los que están suspendidos, por lo que sigue refugiado en Miami. Hay una propuesta parlamentaria de limitar el secreto de las fuentes.

A este lado de la Comunidad Iberoamericana, en España, sigue suspendido por decisión judicial el diario Egin. RsF, pese a no compartir la línea de ese periódico, se manifestó ya contra su cierre, por considerar que los medios no delinquen, sino, en todo caso, las personas que los hacen. RsF ve también con preocupación cómo un grupo multimedia, cercano al Gobierno, sigue absorbiendo medios de comunicación.

RsF estará en la Cumbre Iberoamericana de Oporto para exigir el castigo de los asesinos de periodistas, la liberación de los periodistas arbitrariamente encarcelados, el cese de la represión contra profesionales y medios, la no injerencia gubernamental en una prensa libre y plural, y la creación en el seno de la Cumbre de una Comisión independiente de Defensa de la Libertad de Prensa.

Fernando Castelló es presidente de la organización internacional Reporteros sin Fronteras.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_