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Entrevista:

"Irlanda del Norte ha puesto a prueba a la BBC como ningún otro tema en su historia"

La BBC, uno de los tesoros nacionales británicos y un punto de referencia para cualquier televisión pública, se encuentra ante un reto: la inminente llegada al Reino Unido de la televisión digital. ¿Cómo sobrevivir en un mundo cada día más competitivo, con una audiencia cada vez más fragmentada? John Birt cree haber encontrado la tercera vía entre el mantenimiento de sus responsabilidades como servicio público y la necesidad de competir en el mercado global.En el ambiente un tanto catedralicio de Broadcasting House, la sede de la Corporación en pleno centro de Londres, Birt explica su fórmula: "Ofrecer a los espectadores algo sustancialmente diferente a lo que hay en el mercado". Pregunta. El informe del fiscal Starr sobre el caso Lewinsky ha marcado la mayoría de edad de Internet como medio de información. ¿Están cambiando las nuevas tecnologías la naturaleza de la información?

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Respuesta. Sí. Internet muestra que los medios en el futuro serán globales, saltándose las fronteras nacionales que es donde la mayoría de los medios han crecido hasta ahora. Cada vez más gente podrá ver lo que quiera cuando quiera desde cualquier lugar del mundo. Todas estas cosas, utilizando constantemente nueva tecnología, cambiarán la naturaleza de los servicios que se ofrezcan y aquellos que ya existen. Seguramente cambiará la naturaleza de la relación entre el consumidor y la televisión, pero sigo creyendo que los géneros fuertes que la radio y la televisión han desarrollado, como los espacios dramáticos, las comedias o los informativos estarán con nosostros durante mucho tiempo. Podemos tardar una generación entera hasta que la mayoría de la población aproveche todas las ventajas de la tecnología digital. P. ¿Por qué los británicos tienen que pagar casi 100 libras (unas 24.000 pesetas) de canon por ver dos canales cuando en unas semanas pagando un poco más podrán ver muchos más?

R. Porque lo que reciben en la BBC no lo pueden ver en otro canal. La alternativa no es pagar un poco más por lo mismo. Lo que la BBC ofrece es algo material y sustancialmente diferente a lo que hay en el mercado. Francamente no habría justificación para la BBC si no fuera así. Hace dos años algunos miembros del Gobierno conservador se preguntaban si era necesaria la BBC. Publicamos entonces un documento en el que establecimos la visión de la BBC como una organización para salvaguardar la cultura nacional; dijimos que era una garantía para la calidad del debate nacional, con informativos y programas basados en un periodismo de sustancia y contenido que trata las cosas que realmente conforman la vida de la gente y ofrece servicios que amplían los conocimientos de toda clase de individuos. Ésta es la visión que tenemos de la BBC. Somos uno de los principales patrones de la cultura y esta es la justificación de su financiación pública. Queremos ofrecer los talentos más innovadores en todos los campos y les damos libertad para tomar riesgos. No les pedimos que hagan el tipo de comedia como en el que yo trabajé en la televisión comercial para conseguir audiencia inmediatamente. Éste es el verdadero empuje de la BBC. No es imitar lo que hay en el mercado. Los espectadores deben sentir que reciben algo único de la BBC gracias a su forma de financiación.

P. ¿Cuáles son las armas de la BBC para defenderse de un competidor como Rupert Murdoch?

R. No solemos usar la palabra competencia. En otras palabras, no estamos intentando ganar a aquellos que se financian con publicidad. Tenemos una visión muy clara de nuestra razón de ser, que consiste en hacer las cosas que el mercado no ofrece, y mantener nuestra tradición en dramáticos, comedias, documentales, etcétera, y hacerlo de forma que satisfaga al consumidor. Siempre hemos querido entretener a la gente, pero sin utilizar la fórmula fácil. Constantemente nos esforzamos en hacer cosas innovadoras y únicas. No nos remangamos para ganarle a la competencia. Nosotros no pensamos así. P. ¿Cómo describiría la relación entre el Gobierno laborista y la BBC?

R. La BBC siempre ha tenido y siempre buscará una buena relación de trabajo con el gobierno de turno. Pero una de las maneras en la que hacemos esto es asegurándonos de que nuestros planteamientos serán aceptados en un sentido general por todo el espectro político y por todos los espectadores, que son los que pagan, independientes del Gobierno y de otros intereses poderosos. En este sentido, la relación con el Gobierno laborista refleja continuidad y no hemos tenido dificultades con él.

P. ¿Ha recibido algunas vez sugerencias o presiones del Gobierno en temas delicados como el proceso de paz en Irlanda del Norte?

R. Tenemos que hacer un largo viaje al pasado de la BBC para encontrar verdaderas presiones del Gobierno. Creo que es muy importante ganar tu independencia no sólo luchando por ella sino ante los ojos de la audiencia porque vea que la utilizas con responsabilidad. En el caso de la televisión pública esto significa no sólo ser escrupuloso con la imparcialidad política sino también no tener miedo a contar historias difíciles que hacen daño a algunos sectores de la sociedad. Nuestros datos afirman que la gente confía en la BBC y que cree que intentantos contar la verdad. Y esto, al fin y al cabo, demuestra la base de nuestra independencia. Un montón de políticos se dan cuenta de que atacar a la BBC no va en su propio interés debido a esta opinión.

P. ¿Cuáles han sido los criterios seguidos por la BBC para cubrir el proceso de paz en el Ulster?

R. Probablemente, Irlanda del Norte ha puesto a prueba a la BBC más que cualquier otro tema en nuestra historia. Si vamos al periodo anterior a los conflictos, la BBC no puede estar orgullosa. Si volvemos a los años treinta, cuarenta y cincuenta, no contamos la historia como era por diversos motivos. No hay nada más duro para una televisión que cubrir la información de una sociedad profundamente dividida, donde además hay terrorismo. Es muy difícil para la televisión manejar el debate y contar la verdad de las cosas tal como son porque a veces la verdad ayuda muy poco a la gente implicada en el conflicto. Estas dificultades durante 30 años han creado muchos problemas en la BBC pero creo que los hemos superado de una forma que podemos estar orgullosos. Hemos hecho muchos programas que pasarán la prueba de la historia. No es fácil, pero una televisión pública no puede acobardarse ante la dificultad. Tiene que intentar contar la verdad tal como la ven sus mejores periodistas sobre el terreno.

P. La prensa habla de la BBC como "el imperio Birt" y ha acuñado la palabra birtismo para calificar su gestión. ¿Cual será su legado en Broadcasting House?

R. Llegué a la BBC hace más de 10 años con la institución en dificultades y sin consenso político sobre ella. La gente pensaba que estaba mal gestionada, que no compensaba el dinero que costaba. Tuvimos que modernizarnos, era inevitable, y, si nosotros mismos no lo hacíamos, lo hubiera hecho el Gobierno de turno. Tuvimos que tener muy clara nuestra razón de ser en un mundo de pluralidad de canales y teníamos que encontrar la manera de convencer a la gente de que podíamos llegar a ser eficientes y recompensar su dinero. Hemos transformado radicalmente nuestro nivel de eficacia, hemos introducido reformas que a veces han sido muy impopulares pero que han permitido liberar grandes sumas para invertirlo en ampliar nuestra oferta de programas y crear nuevos servicios. La mayoría de las empresas del Reino Unido pasaron por la misma experiencia y esto siempre es doloroso. Hemos salido de ese trance más fuertes y ahora estamos muy bien preparados para la era digital y sus implicaciones.

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