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Entrevista:JON BILBAO » DIRECTOR DE RELACIONES LABORALES DE CONFEBASK

"Una huelga no cambiará nuestra postura, porque el reparto de trabajo no crea empleo"

La patronal vasca reconoce que cuanto más tiempo pasa, más difícil es desbloquear la negociación que mantiene con los sindicatos sobre el plan de empleo en el seno del Consejo de Relaciones Laborales (CRL). La amenaza de ELA de convocar una huelga general si no progresa esta negociación preocupa a Confebask, pero no le hace variar lo más mínimo su pensamiento original: el reparto de trabajo no crea empleo. Los sindicatos ELA, CC OO, UGT y LAB condicionan un acuerdo sobre el contrato de sustitución - el relevo de trabajadores mayores de sesenta años por jóvenes en paro- a pactos sobre la reducción de jornada y la progresiva eliminación de las horas extraordinarias. El director de Relaciones Laborales de Confebask, Jon Bilbao (45 años, Getxo)- que es el negociador de la patronal-, asegura: "Sólo es posible un acuerdo en el contrato de sustitución. Sobre el resto de cuestiones podemos hablar, pero es imposible acordar algo global sobre la reducción de jornada". Pregunta. ¿Confekask sólo está dispuesta a un acuerdo sobre el contrato de sustitución? Respuesta. Estamos dispuestos a hablar de todo, pero el acuerdo, ahora, sólo es posible en el contrato de sustitución. Cuando se iniciaron las conversaciones con los sindicatos lo que hicimos fue hacer una propuesta de empleo en términos generales. Pusimos ocho grupos de medidas, siendo el contrato de sustitución una de ellas. Los sindicatos hicieron sus propuestas y el único punto en común era el contrato de sustitución. En el resto de aspectos tenemos una concepción radicalmente distinta. La reducción del tiempo de trabajo no crea empleo, pero los sindicatos consideran que sí. Poco a poco hemos logrado encontrar las distintas soluciones técnicas y desvelado todas las dudas jurídicas del contrato de sustitución. Cuando todos nos hemos decidido entrar a discutir lo que tiene que poner cada uno para que salga adelante, el proceso se ha atascado por la cerrazón sindical de negociar lo que es factible y poner de manera sistemática encima de la mesa otra cuestión donde no hay acuerdo. P. ¿Por qué cree que los sindicatos apuestan por un paquete único? R. De alguna manera, se explica en el origen de estas negociaciones. El contrato de sustitución es un tema antiguo. Los contactos se iniciaron de manera informal a principio de 1997, cuando se nos sondeó sobre la posibilidad de entrar en esta fórmula. A mediados del año pasado se dio el acuerdo sobre la reforma laboral, de la que se quedaron descolgados los sindicatos nacionalistas. La reforma funciona porque abarata el despido y facilita la contratación. Agotado el discurso de que abaratar el despido perjudica la contratación, los sindicatos nacionalistas desplazan su actuación hacia la reducción de la jornada. Su lema es: "Trabajar menos, cobrar lo mismo y trabajará todo el mundo". ¿Quien dice que no a eso? ¡Vaya chollo! ¿Dónde hay que firmar? Pero eso es falso. P. ¿No le parece una tomadura de pelo para el ciudadano que sindicatos y patronal lleven un año negociando para llegar a un punto muerto? R. Ahora mismo hay una posibilidad de avanzar en el contrato de sustitución, pero los sindicatos no nos han dado la oportunidad de profundizar, porque nos obligan a acompañar ese contrato de sustitución con acuerdos en reducción del tiempo de trabajo y las horas extraordinarias. Es algo que no encaja, y contraproducente para el empleo desde nuestro punto de vista. Y es demostrable: en Euskadi hay empleados 783.300 señores. De esos, 100.000 personas han sido empleadas desde 1993 hasta hoy. La práctica mayoría de esos 100.000 trabajadores han sido empleados en el sector privado. ¿No es eso tener un compromiso con el empleo? En ese proceso de creación de empleo nadie me va a decir que ese nivel de contratación depende de la reducción del tiempo de trabajo. Es mentira. Hacerle creer al ciudadano que trabajando menos va a disfrutar más y van a trabajar todos no es cierto. Un proceso de disminución generalizada del tiempo de trabajo es materialmente imposible. La reducción del tiempo de trabajo no se puede pactar ni en una ley ni en un acuerdo interconfederal. Los sindicatos se aferran como un clavo ardiendo al tiempo de trabajo y lo mezclan en un proceso negociador, en lugar de ser más modestos e ir hablando de lo que es posible acordar. P. En Francia se ha aprobado por ley la reducción de jornada. R. Y han decidido aumentar las horas extraordinarias. Ya tenían un límite de horas extraordinarias muy alto, el doble que el español, y han visto que si reducen el tiempo de trabajo necesitan un tope de horas más alto para compensar. Lo que resulta incompatible es pretender que la reducción de jornada sea algo general. Reducción en convenio P. En los convenios colectivos ya se pacta la reducción del tiempo de trabajo. R. Tiempo y salario son aspectos básicos en todos los convenios colectivos. ¿Si Confebask está dispuesta a hablar de tiempo de trabajo? Hablamos todos los día de reparto en cada convenio. ¿Dispuestos a transaccionar con el tiempo de trabajo? Claro que sí. En unos convenios cambiamos tiempo de trabajo por una cosa y en otros por otra. Pero me niego a decir que eso que hago en algunos convenios sea bueno generalizarlo para todos, porque cada empresa es un mundo. Y además, me niego a decir que esa disminución de tiempo de trabajo, por sí misma, sirve para crear empleo. La reducción es una mejora de las condiciones de trabajo, pero como son las vacaciones. P. ¿Qué valor concede a la amenaza del sindicato ELA de convocar una huelga general si no se produce un acuerdo global? R. A Confebask le preocupa, pero no le hará cambiar de forma de pensar. Tenemos la obligación de intentar avanzar en el CRL. Nos hemos dado un mes de reflexión. Me imagino que entre todos tendremos que encontrar algún tipo de fórmula que nos permita llegar a un punto común. Pero insisto que en este momento el único elemento en común es el contrato de sustitución. Tal vez más adelante podamos hablar de la reducción del tiempo de trabajo. Acordemos ahora lo que es posible acordar, y de lo que no es posible, sigamos hablando. P. ¿Ha calado en la sociedad vasca el debate sobre el reparto de trabajo? R. Sobre todo lo que nos preocupa es la enorme simplicidad del mensaje del reparto de trabajo que promulgan los sindicatos. La creación de empleo depende de un montón de factores. En los empresarios la simplicidad del mensaje sindical genera una precaución respecto a la contratación.

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