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El Clínico da sus cabinas a una firma que ofreció 20 millones menos que su rival

La empresa Systelsa explotará durante los próximos tres años los 62 teléfonos públicos diseminados por las plantas del hospital Clínico, pese a que entre los candidatos a la adjudicación figuraba otra firma, Sistelcom, que ofrecía al Insalud 20 millones de pesetas más que la ganadora. Esta circunstancia ha provocado que Sistelcom presente ante el Tribunal Superior de Justicia un recurso contencioso-administrativo. Los convocantes alegan que la oferta perdedora no cumplía con los requisitos técnicos.El Clínico estipuló en las bases del concurso que el canon mínimo que debía satisfacer el adjudicatario ascendería a 23,4 millones de pesetas. Fueron seis las empresas candidatas a la adjudicación, que recayó finalmente en Systelsa por 26,46 millones. Sistelcom ha protestado por lo que considera "una injusticia", puesto que su oferta económica ascendía a 46.656.000 pesetas.

Además de acudir a los tribunales, el vicepresidente ejecutivo de Sistelcom, Alberto Sandoval, ha enviado un par de misivas al presidente ejecutivo del Insalud, Alberto Núñez-Feijóo, pidiéndole explicaciones. "Se han perdido 20 millones para el Clínico. ¿Quién se ha beneficiado? El Gobierno expuso reiteradamente su compromiso de que no ocurrirían hechos como éste", escribe.

El subdirector de gestión económica del Clínico e integrante de la mesa de contratación que falló el concurso, Santiago González de Uzqueta, explicó que no se había entrado a valorar la oferta económica de Sistelcom porque su teléfono "no cumplía con los requisitos que especificaban las bases", por lo que "ni siquiera se abrió el sobre con la propuesta económica".

El detalle mecánico que incumple el modelo de Sistelcom consiste en que sólo admite dos monedas en el validador, en lugar de un mínimo de cuatro. "Dicho así, puede parecer una solemne tontería", exclamó González de Uzqueta, "pero tiene mucha importancia. Esos teléfonos no discriminan el valor de las monedas, de modo que si se introduce primero una moneda de 100 y luego otra de 25, se come la primera y devuelve la segunda".

Este portavoz reveló que otra de las empresas participantes, Espatel, también fue apartada del concurso por el mismo motivo. Sistelcom aduce en su recurso y en las misivas a Núñez-Feijóo que el teléfono ganador carece de botón desatascador y de detector de monedas falsas.

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