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El control de las obras del Kursaal ha supuesto un gasto de 720 millones

La Sociedad Kursaal ha mantenido a lo largo de estos meses tres equipos y gastado casi 720 millones para realizar un seguimiento exhaustivo del desarrollo de las obras de construcción del Palacio de Congresos de San Sebastián, según aseguró ayer la diputada guipuzcoana de Cultura, Koruko Aizarna. Estas garantías no han sido suficientes para evitar el derrumbe de la escalera del cubo grande de la obra diseñada por Rafael Moneo, que se desplomó a última hora de la tarde del pasado domingo.

Aunque todo apunta a que el siniestro se debió a algún defecto en la fabricación de los anclajes de la escalera, todavía no han concluído las investigaciones. Aizarna recacló ayer que será precisamente entonces cuando se depuren las posibles responsabilidades. La titular de Cultura trasladó a las Juntas Generales de Guipúzcoa el contenido de la reunión que celebró el pasado lunes la Sociedad Kursaal, en la que los técnicos barajaron la hipótesis, aún sin confirmar, de que el derrumbamiento pudo producirse a causa de un fallo en los anclajes que sujetan la estructura metálica. "Parece ser que el siniestro tuvo su origen en un error de soldadura", aseguró Aizarna. "Pero no ha sido consecuencia de los trabajos que se han hecho en obra, sino de la propia fabricación de las placas", precisó. Koruko Aizarna insistió en este extremo, consciente de que "toda la estructura del edificio está soldada" y anunció que se reforzarán los controles de calidad. La diputada tuvo que hacer frente a las preguntas de los portavoces de los grupos políticos, que se hicieron eco de las distintas informaciones publicadas en los últimos días, entre ellas, la posible ralentización de las obras por la UTE encargada de la construcción del Kursaal para conseguir que se le abonen 700 millones en concepto de precios contradictorios. Aizarna reconoció que algunas mejoras han aumentado el coste de las obras ajudicadas. No obstante, indicó que "se está negociando con la UTE el precio definitivo". La diputada señaló que, con todo, las variaciones se encuentran por ahora dentro del presupuesto, fijado en 8.300 millones. Las obras de construcción, cuya finalización está prevista para la primavera de 1999, "van algo ralentizadas", según la diputada, "pero parece que se pueden recuperar los plazos". En cualquier caso, negó que el siniestro vaya a retrasar aún más su desarrollo. Las conclusiones definitivas sobre el primer accidente de importancia que se ha registrado en la construcción de los cubos se darán a conocer los próximos días. Hoy se reunirán en el estudio de Rafael Moneo en Madrid miembros de su equipo, de la UTE Kursaal -Amenabar, Dragados y Altuna y Uria- y técnicos del Ayuntamiento de San Sebastián. Asistirán a la reunión dos catedráticos, de Madrid y Barcelona, quienes han emitido un dictamen que corrobora que no hubo ningún error en la ejecución de las obras.

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