Los neocomunistas se oponen a la reforma regional italiana
El partido de Refundación Comunista (PRC), que forma parte de la mayoría que apoya al Gobierno italiano, anunció ayer que votará en contra del acuerdo alcanzado por la Comisión Bicameral que prevé para Italia una descentralización autonómica al estilo español. Armando Cossutta, presidente del partido que estuvo a punto de arruinar el ingreso de Italia en el euro al provocar una crisis de gobierno en octubre pasado, declaró ayer que los neocomunistas son totalmente contrarios a una mayor autonomía de las regiones.
Cossutta declaró que su partido está de acuerdo en que se confirme el estatuto especial de las cinco regiones que lo poseen en estos momentos, pero considera innecesario que dicha peculiaridad se extienda a las restantes quince regiones, habida cuenta de que, en cualquier caso, aumentarán en general las competencias que poseen en estos momentos.
El acuerdo alcanzado entre el Olivo, la coalición de gobierno, y el Polo, la de oposición, se produjó el martes en una reunión restringida de la Bicameral a la que no asistió el representante de Refundación Comunista. Uno de los aspectos que más han irritado a la dirección del partido es el acuerdo sobre el Senado federal al que Cossutta calificó de "puro pastiche". El nuevo Senado, elegido regionalmente por sufragio universal, dejaría de ser una cámara paralela a la de Diputados, para centrar sus competencias en las cuestiones autonómicas.
Pese a las reticencias de los neocomunistas, el comité restringido de la Bicameral, que da los últimos toques a la reforma de la segunda parte de la Constitución italiana, consiguió ayer algunos acuerdos parciales para definir los términos de la autonomía fiscal que regirá en el país, una vez que se apruebe la nueva Constitución. La larga etapa de tensión entre el Polo y el Olivo sobre las reformas ha quedado saldada con el consiguiente temor de los neocomunistas de que en este nuevo clima, el Polo vuelva a presionar para lograr una nueva ley electoral mayoritaria.
