UN PREMIO MAYTE CONTRA TODO PRONÓSTICO
El Premio Mayte de Teatro, popular galardón que creó en 1969 la restauradora madrileña fallecida en 1992, y que su hijo continúa manteniendo, ha recaído este año, contra todo pronóstico, en un profesional de sólida y dilatada trayectoria, pero desconocido para el gran público. El actor y director Juan Antonio Quintana, que desde hace años trabaja en Valladolid con su compañía estable, tampoco esperaba vencer, por su trabajo en Gepetto, de Roberto Cossa, a conocidos profesionales como los directores escénicos Miguel Narros y Juan Carlos Pérez de la Fuente, los autores Francisco Nieva e Ignacio del Moral y los actores Verónica Forqué, Raúl Sénder, Luis Merlo, Silvia Espigado, Nati Mistral, Amparo Larrañaga y José Luis Gómez. Este último, que por cierto se ha quedado a las puertas del Premio Mayte en ocho ocasiones, se perfilaba como ganador al llegar a la final con Quintana. La cena de gala en la que se concedió el premio no sólo contó con la presencia de Esperanza Aguirre, ministra de Educación y Cultura; José María Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid; Tomás Marco, director general del Inaem, y cientos de profesionales, de muy distintos ámbitos, del mundo de la escena, sino que este año el evento se desmarcó de su línea habitual al invitar a personajes ajenos al mundo de la cultura como el padre Apeles, Lita Trujillo, Jesús Gil y Gil o Cuqui Fierro y otros de la periferia como Karina o el vidente Octavio Aceves.-
