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Reportaje:

Solidaridad con flúor

Una ONG de odontólogos atiende al año a más de 1.300 personas necesitadas de Madrid

El requisito es ser un desfavorecido: seropositivo, toxicómano, mujer maltratada, menor abandonado, inmigrante, refugiado o pertenecer a una familia con ingresos inferiores a 30.000 pesetas al mes. Sólo ellos tienen derecho a sentarse en los sillones de la ONG Odontología Solidaria y recibir el mejor tratamiento sin que les cueste una peseta. De ello se encarga una veintena de voluntarios entre dentistas, higienistas y protésicos dentales, que destinan parte de su tiempo, desde hace tres años, a los más desfavorecidos. Y sin cobrar ni un duro.

Al año pasan por la clínica de la organización, en la calle de Cea Bermúdez de Madrid, más de 1.300 personas. "Lo más común es la caries. De hecho, es la enfermedad que más padece el hombre, por encima de un simple resfriado. Pero también nos aparece gente en un estado lamentable. Los toxicómanos, por ejemplo, llegan a un grado de postración tal que a muchos les faltan algunas piezas".

Lo cuenta la responsable de que en la sala de espera sólo haya ciudadanos que pertenecen al llamado cuarto mundo. Se llama Blanca Gómez, una dentista de 40 años que coordina el programa de salud oral para los más desfavorecidos de la Comunidad de Madrid.

"Tuve claro que quería dedicarme a la cooperación, pero tenía tres hijos y no podía irme por el mundo y dejarlos solos. Decidí ayudar a la gente de aquí. Esta clínica era mía y antes funcionaba como cualquier otra privada. La convertí en un lugar de ayuda". De su trabajo, sólo ingresa satisfacciones. Dinero, ninguno. "Vivo de las rentas. Mi familia me dejó ingresos suficientes", afirma.

Aparte de derechos, los pacientes de esta clínica solidaria, también tienen deberes. El que acude a la consulta tres veces sin el cepillo de dientes que previamente le han proporcionado, incurre en falta grave (castigada con la expulsión), igual que quien falta a tres visitas previamente concertadas.

Tres empresas colaboran desinteresadamente con esta ONG: Avila Mañas (laboratorio de prótesis); Equisat SLM (recogida de residuos tóxicos) y Xafex, SL(protección radiológica). "Subvención oficial no tenemos ninguna. Si tuviéramos más ingresos de los que nos proporcionan las donaciones de socios podríamos atender también por las tardes",se queja Blanca Gómez, y da el número de cuenta para colaborar: (Banco del Comercio, cuenta- 0050 /9984/31/0011501174) . Los voluntarios que colaboran también tienen que cumplir lo que prometen hacer cuando comienzan a trabajar aquí. No tienen por qué hacerse los héroes. Si alguien no quiere atender a seropositivos, por ejemplo, sólo tiene que decirlo una vez. Y no se volverá a hablar del asunto. El miedo es libre y Blanca lo sabe. Ella ya se contagió de hepatitis.

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