La euforia de los negociadores convivió con la decepción de los ecologistas

La última jornada de las negociaciones de Kioto fue tan ardua que la Cumbre del Clima no pudo terminar el miércoles en el plazo previsto. Las negociaciones para firmar el acuerdo final se extendieron de hecho durante toda la noche hasta las 10.30 de la mañana de ayer jueves en Kioto. Tan dura fue la maratoniana jornada que el argentino Raúl Estrada, presidente del comité de negociaciones, llegó a creer que la cumbre terminaría sin acuerdos. No fue así y, de hecho, ayer todo fueron felicitaciones entre las delegaciones. La euforia de los negociadores convivió, sin embargo, con la profunda decepción de los ecologistas.Estos grupos, igual que las organizaciones sociales -entre ellas las españolas CC OO y el Consejo de la Juventud-, siguieron manifestando ayer su contrariedad por los logros de Kioto. Para ellos, el acuerdo es "insuficiente" y está "lleno de agujeros". Creen que el documento tiene las suficientes salvedades como para que los países comprometidos puedan eludir el objetivo principal de reducción de emisiones. Aun así, las organizaciones españolas reconocieron que la Conferencia sobre Cambio Climático ha sido un paso positivo en relación a lo que se anunciaba días antes de la Cumbre, ya que se trata del primer compromiso vinculante.

En Japón, los términos de los ecologistas fueron algo más duros. "Los gobiernos pueden irse corriendo de la Cumbre de Kioto, pero no pueden esconderse", afirmó Adam Markha, director de la campaña de cambio climático de WWF (World Wild Fund for Nature), quien añadió: "Pero WWF presionará para que se ratifique rápidamente y entre en vigor de manera que se pueda llevar a cabo el proceso de alcanzar objetivos y cerrar agujeros

Greerípeace se ratificó en su opinión del día anterior de que los acuerdos son una "farsa" y una "tragedia". La organización ecologista asegura que el acuerdo alcanzado no dará lugar a reducciones reales respecto a los niveles de emisión de 1990, sino que en alguna casos aumentarán.

Pero tras la resaca los negociadores no podían ocultar su satisfacción. El ministro de Luxemburgo, Johny Lahure, en nombre de la UE, comentó poco después de concluida la sesión: "Tras estas largas horas de intensas y agotadoras negociaciones, quiero expresar nuestra satisfacción por el acuerdo que hemos logrado. Dadas las distancias que había, los logros son impresionantes. Hoy es un día de alegría para todos aquellos que se preocupan por nuestro planeta".

Para el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, el protocolo de Kioto representa "un acuerdo histórico que reposa sobre sólidos cimientos para la protección de nuestro clima, creando nuevas oportunidades para el crecimiento económico".

El secretario de Estado japonés, Masahiko Koniura, afirmó ayer que el acuerdo es "un logro histórico" que hizo que "todos salieran ganando". Komura señaló que espera que se reduzca el abismo entre los países ricos y las naciones en vías de desarrollo en o que respecta a las cuotas de emisión de gases de efecto invernadero.

La comisaria europea encargada de Medio Ambiente, Ritt Bjerregaard, se congratuló de que Estados Unidos y Japón hayan firmado en Kioto compromisos superiores a los que aceptaban en un principio. Explicó también que es indispensable que los países industrializados den el primer paso para luego convencer a los países en vías de desarrollo de que colaboren en la lucha contra el calentamiento global. Bjerregaard se declaró, sin embargo, "muy decepcionada" por la actitud de Rusia, que rechazó toda reducción de sus emisiones de gas contaminante, lo mismo que Ucrania.

"El triunfo de Australia al obtener la autorización para aumentar sus emisiones de gases va a permitir que se conserven miles de puestos de trabajo", afirmó por su parte el primer ministro australiano, John Howard, desde Sidney. Australia podrá aumentar sus emisiones en 2010 un 10% respecto a 1990.