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El tablero de los personajes

Más de 2.000 aficionados participan en la Primera Jornada de Juegos de Rol

Tolman Pulgaverde, un hobbit que se dedica a la búsqueda de personas a cambio de una recompensa, rastreó ayer Madrid. Es un hobbit que pertenece al mundo fantástico del libro de J. R. R. Tolkien El señor de los anillos. Hoy buscará en los escondites más recónditos de Rivendel, el valle mágico gobernado por el temible troll y el virtuoso músico Gallind. Éste y otros muchos universos paralelos se dan cita en la imaginación de los más de dos mil aficionados que acuden a la Primera Jornada de Juegos de Rol de Madrid. El certamen comenzó el viernes y finaliza hoy.El rol es un juego narrativo en el que cada participante asume un personaje con unas características determinadas que le marcan, para bien o para mal, en el desarrollo de la historia. El juego está basado en un guión inicial que se va modificando a medida que avanza, y que el director del juego aprueba o rechaza teniendo en cuenta las características de los personajes. Los temas del juego del rol se basan tanto en la ciencia ficción como en la historia real más cruenta. Hay juegos sobre la película La guerra de las galaxias, el libro El señor de los anillos, sobre la conquista del Oeste americano, sobre las batallas navales del siglo XVIII entre la armada española y la flota inglesa.

"La Primera Jornada de Juegos de Rol en Madrid era necesaria porque aquí hay unos siete mil aficionados y necesitábamos una fecha y un lugar donde reunirnos", explica Servando Carballer, de 35 años, que lleva 16 jugando al rol y quien, junto con el barcelonés Francesc Malas, es el organizador del certamen.

Ayer, en el mercado de la Puerta de Toledo, sede de esta convocatoria para todos los aficionados a los juegos de rol en Madrid, había unos 250 jóvenes en plena faena. Los había que se enzarzaban en batallas siderales por todo el sistema solar y los que preferían un marco histórico para sus aventuras fantásticas. "Mi ejército tiene su base en la Luna y lucha contra las fuerzas del mal que han conquistado la Tierra", explicó un joven sobre su juego. "Yo prefiero los sucesos reales, en los que tienes que profundizar en la historia para poder jugar", comentó Mario Bruggermann. tras tirar el dado para mover su flota contra la de su enemigo, que le pisaba las popas en el mar abierto del tablero de la imaginación.

Este tipo de juegos tienen mala fama desde el crimen del rol, su ceso del día 30 de abril de 1994, cuando Javier Rosado, de 22 años, mató de 19 puñaladas a Carlos Moreno, un padre de familia de 52 años. "En el autobús y en el metro, cuando el que estaba senta do a mi lado me ha visto el dado [un dado especial que se utiliza para los juegos de rol, y que no es cuadrado, si no que puede llegar a tener hasta 20 lados], se ha levantado del asiento y se ha alejado de mí", aseguró Daniel García, estudiante de informática de 21 años y aficionado a los juegos de rol. "Sólo la gente con trastornos mentales puede ser peligrosa en una partida de juego del rol", añadió.

El único riesgo que se corre al jugar al rol es el de acumular una cierta cantidad de suspensos al final de cada evaluación, algo nada aconsejable. "Hay que saber cuándo dejar de jugar, porque consumes muchas horas que deberías dedicar a los estudios", añadió Daniel García.

El jugador de rol debe tener una imaginación sin límites y una gran capacidad de representación "para convencer al master de que tu jugada es la buena", concluyó Carballer.

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