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TERROR EN ARGELIA

El Ejercito Islámico de Salvación declara la tregua unilateral en Argelia para aislar a los radicales

El Ejército Islámico de Salvación (EIS), considerado como el brazo armado del FIS, ha hecho un llamamiento a "todos sus combatientes" a cesar todas las operaciones de combate a partir del próximo 1 de octubre. La proclama, que lleva fecha del domingo día 21, ha sido firmada por Madani Mezrag, emir nacional de la formación armada y que se considera tiene bajo su mando a unos 3.000 guerrilleros. La tregua pretende "descubrir quién se esconde detrás de estas horribles matanzas y aislar los restos criminales de extremistas del GIA y de los que se ocultan tras ellos".

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Es la primera vez que se produce un llamamiento de esta naturaleza desde que comenzaron las hostilidades entre el régimen argelino y el islamismo armado en 1992, como consecuencia del golpe de Estado. El llamamiento al alto el fuego no sólo es una respuesta a la liberación del líder islamista Abasi Madani, hecha el 15 de julio pasado, sino también el producto de las negociaciones llevadas a cabo por los dirigentes, del FIS y del EIS, primero con los emisarios del presidente Liamín Zerual y más tarde con los militares. El llamamiento se ha producido menos de 24 horas después de la terrible matanza de Bentalha, que según la prensa de Argel ha dejado no menos de 250 víctimas. "Nuestro deseo", dice la declaración, "es desenmascarar a los autores de las matanzas y aislar a los desviacionistas del GIA y quienes están detrás".El cotidiano gubernamental argelino El Muyahid, en contra de su prudencia y de su mutismo habituales, ha reaccionado rápidamente estimando que dicho llamamiento puede significar "un gran vuelco" en la situación de violencia que vive Argelia desde hace cinco años.

La proclama lanzada por el EIS va dirigida a "los otros grupos armados" que operan en el país. El EIS está fuertemente estructurado en el oeste y el este del país, donde controla unos 5.000 combatientes. Sin embargo, en la zona centro, que incluye la capital, Argel, y el llamado triángulo de la muerte, es el Grupo Islámico Armado (GIA) y otras formaciones disidentes del mismo quienes han venido protagonizando las matanzas de los últimos meses.

La rivalidad entre el EIS y el GIA ha tenido momentos de gran tensión, en los que han sido frecuentes las eliminaciones físicas de los líderes en pugna. Según se observa en Argel, el llamamiento de Madani Mezrag va destinado a aislar del escenario a los grupos afiliados al GIA e introducir en sus filas el germen de la disidencia. De hecho, el mismo lunes uno de los emires del GIA en la zona centro, Abu Hamza Hasen Jatab, condenó la matanza de civiles y declaró en un documento de cuatro páginas enviado al periódico árabe Al Hayat, que su "grupo de muyahidines" quieren la paz en el país y restablecer el lugar que el islam debe ocupar.

Ese mismo día otro cabecilla del GIA en la región de Borj Menaiel, a unos 60 kilómetros al este de Argel, Abdenur Tayey, fue abatido en una emboscada que le tendió un grupo de autodefensa.

Las reacciones de condena a la matanza han coincidido con estos llamamientos a la pacificación y la proclama del alto el fuego unilateral decretada 'por el EIS. En El Cairo, la Liga Árabe ha condenado ayer las matanzas de civiles que estima "amenazan la seguridad y la estabilidad en todo el mundo". La Liga, en general reservada en lo que se refiere a los conflictos internos en el mundo árabe, declara que apoya "todas las medidas que el Gobierno argelino considere adecuadas" para combatir el terrorismo. Y al mismo tiempo hace mención a la necesidad de "aunar esfuerzos internacionales" en el combate contra esta plaga de finales del siglo XX. Sin embargo, no precisa en qué forma se pueden coordinar dichos esfuerzos. La, Organización Árabe de Derechos Humanos, que tiene su sede en El Cairo, también se ha pronunciado condenando las matanzas y pidiendo el cese de la violencia.

Desde un principio, el régimen argelino se ha opuesto enérgicamente a la "internacionalización del conflicto", como ha sido sugerido por diversos países europeos y por líderes políticos argelinos como Ait Ahmed, presidente del Frente de Fuerzas Socialistas, uno de los principales partidos de la oposición.

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